Mi héroe en calzoncillo

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Cuando vi a mi héroe caminar por la ciudad en calzoncillo, en medio de la gente, con expresiones de morbo y burla de quienes lo miraban, la verdad, me incomodó y desalentó el tráiler para ver la película Birdman del director mexicano Alejandro González Iñárritu.

Me pareció un atentado a mi pasado infantil, de niño Birdman fue una de mis preferidas series de dibujos animados, no me la perdía por las tardes después de hacer la tarea escolar.

 Su grito de batalla: “¡biiiiiirdman!” me fascinaba. Volaba con una gran rapidez. Tenía poderes en sus puños, rayos solares para destruir al enemigo. Por mucho tiempo sólo contó con “Vengador”, su fiel águila, para llevar a cabo sus misiones encomendadas desde un monitor por Halcón 7 (personaje con un parche en su ojo izquierdo) Después apareció Birdboy.

Por eso, al verlo de carne y hueso, humanizado, en ropa interior, sin su clásica vestimenta y en caricatura, lo sentí como una ofensa para mi héroe. Descarté en ese momento la película. Había acabado, en segundos, con la imagen creada en la infancia.

Incluso hice oídos sordos varias veces a las invitaciones familiares para ir al cine por ese filme, sin decir el motivo; se me había quedado grabada la imagen de Michael Keaton en calzoncillo. Cada vez que se tocaba el tema, también llegaba a mi mente el héroe adorado en la infancia, no podía aceptar esa afrenta.

Sin embargo, debo admitir, que ya había leído y escuchado comentarios favorables de lo hecho por González Iñárritu.

Pasó más de una semana en cartelera, cada vez eran menos los cines que la tenían programada.

Se produjo la noticia de siete nominaciones para el Globo de Oro y ya no tuve argumento para evadir la invitación.

La sala del Cinemex WTC estaba llena, alcanzamos lugares en la primera fila, resignados a mantener la cabeza a 45 grados, hacia arriba, para mirar la pantalla. Mi esposa vio pasar a la actriz Isela Vega, a la que no reconocería si no me dicen que es ella, porque los años cobran a todos juventud.

En el asiento de atrás estaba Nicolás Alvarado. Supe que se trataba del comentarista de la cultura por su inconfundible y sonora voz. Lo escuché hablar antes de que empezara la película.

Se apagaron las luces. 30 minutos de anuncios. Hubo expresiones de protesta y uno que otro chiflido. También abucheos cortos para el promocional del Partido Verde Ecologista de México.

Público conocedor y exigente, deduje.

Por fin el Birdman de Alejandro González Iñárritu.

No bajé la mirada en ningún momento, me atrapó de principio a fin, me dejó sin habla. Hasta me olvidé de mi caricatura de la infancia. Terminé por aceptar a Keaton y ya no vi su actuación como una ofensa para mi héroe.

Bien por González Iñárritu y el humor negro de su película. Hoy me enteró que también está nominada para 13 premios  Critics´ Choice Awards, en camino a competir por los premios Oscar.

Arturo Zárate Vite

 

 

Es licenciado en periodismo, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con mención honorífica. Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal. Más de dos décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político. Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio. Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.

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