Sueño mexicano

Poder legislativo
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Todavía la sociedad recuerda cuando se dijo que México tendría que prepararse para administrar la abundancia; el precio del petróleo había repuntado y se descubrían nuevos yacimientos. La abundancia nunca llegó y después, en 1982, ni un gesto perruno salvó al peso de la devaluación.

La siguiente ilusión fue ofrecer llegar al primer mundo. Se había firmado el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Volvimos a la realidad con la aparición de los zapatistas en Chiapas en 1994 y el asesinato de Luis Donaldo Colosio. Sin embargo, hay que admitir que a la larga el TLC ha reportado beneficios al país, aunque no en la equidad para distribuir la riqueza.

El PAN arribó al poder presidencial en el 2000. La gente otra vez a soñar. Por un momento creyó en Vicente Fox. Supuso que la alternancia nos daría una nueva realidad. Solo cambió la vida del ocurrente guanajuatense y de su esposa Marta. Entraron al círculo de los ricos. Le siguió su compañero de partido Felipe Calderón para más de lo mismo. Los panistas desaprovecharon la oportunidad de la anhelada transformación.

Cada vez hay más pobres y en contraste el número de ricos es mínimo. La abundancia de unos se volvió hereditaria y la carencia de otros se perpetuó. Ahora terminas una carrera profesional y resulta que no hay trabajo garantizado. Los hijos prefieren vivir en casa de sus padres, en muchos casos no por gusto sino porque no tienen mejor alternativa. Es un escenario que no es exclusivo de los mexicanos, se presenta en diversas partes del mundo.

Recuerdo que mi amigo Bob, vive en Texas, en  los Estados Unidos, en el primer mundo, con la tradicional cultura de los vecinos norteños, daba por hecho que sus dos hijas, una vez cumplidos los 18 años, tomarían su propia camino, harían su equipaje para dejar el nido. Una lo consiguió, no ha resuelto su problema económico, pero vive por su cuenta. La otra tuvo que regresar a casa y desde ahí intentar la solvencia personal.

En el caso de los tres hijos de mi amigo Ezequiel, varones, habitantes del tercer mundo, para nada tienen planes de emigrar o abandonar la casa paterna. Estudiar y trabajar sin renunciar al techo que los vio nacer. La independencia económica, por el momento, no es para ellos un requisito indispensable. Menos cuando ven que sus compañeros viven experiencias similares, entorno en donde las oportunidades laborales se reducen y cada vez hay más competidores.

Se ha vuelto imprescindible el auxilio de los padres, como una pista para despegar sin riesgos financieros.

Hay jóvenes que se sienten atraídos por alcanzar la independencia total, liberarse de solicitar permisos y dar explicaciones. Pronto descubren que comprar un espacio propio para vivir se vuelve imposible, su salario no les asegura un crédito en lo inmediato. Les queda la opción de la renta y la mayor parte de su ingreso para pagarla. El resto para mal comer, vestido y transporte. Hasta la fecha nadie ha descubierto de donde sacó Ernesto Cordero, cuando era secretario de Hacienda en la administración calderonista, que con seis mil pesos mensuales se podía pagar hasta escuela privada a los hijos.

Los gobernantes han fallado aquí y en muchas partes del mundo. No se ha frenado el aumento en número de pobres. La mayoría de los mexicanos vive en la pobreza. El 53.3 %, según cifras del 2012 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social.

María del Rosario Robles Berlanga y Ramón Sosamontes Herreramoro han sido y son parte de la clase gobernante. Cuando eran diputados, en la LVI legislatura, ella vivía en un departamento de la colonia Los Reyes Coyoacán en la ciudad de México. El tenía su domicilio en la colonia Niños Héroes. Seguro que por su carrera política, primero en la izquierda y después en la corriente tricolor, ya no viven ahí. Enhorabuena que ella como secretaria de Desarrollo Social y el otro como jefe de la oficina de la señora secretaria, tengan una situación boyante.

Similar fortuna la de cada uno de los personajes de la política, del signo o color que sean, el que digan, sin omitir al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, a nadie. Los demás, si bien difícilmente vivirán igual, es de justicia que por lo menos tengan calidad de vida.

“Lo que se ha producido desde los años ochenta en el mundo occidental ha sido el crecimiento exponencial de las desigualdades. Los más ricos cada vez son menos y acumulan más riqueza y el resto cada vez se empobrece más”, afirma Victoria Camps, filosofa española (diario El País, 10 de agosto 2014).

Para Victoria lo que se requiere es “ir a un capitalismo que priorice el bien común”.

“Según la firma WealthInsight, México es el segundo país de Latinoamérica con más millonarios, después de Brasil. En total la agencia de investigación precisa que en 2013, 164 mil mexicanos tuvieron un patrimonio líquido (sin deudas o pasivos), superior  a un millón de dólares, mientras que Brasil cuenta con 191 mil 700 millonarios (El Universal de México, 11 de agosto de 2014).

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el segundo trimestre de este año, la tasa por desocupación fue del 4.9 %. El mayor nivel de los últimos nueve meses.

En ese contexto, el partido en el poder cumplió el compromiso de concretar la reforma estructural en las leyes; la más importante y bien vista por el mundo exterior, la reforma enérgica.

Se ha dicho que los cimientos están puestos y que entre todos debemos seguir construyendo un nuevo México.

La sociedad espera que por fin su sueño de un país más justo se haga realidad.

Arturo Zárate Vite

 

 

Es licenciado en periodismo, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con mención honorífica. Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal. Más de dos décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político. Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio. Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.

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