El dolor de la poeta Dolores Castro

Educación
Typography

A sus 95 años, de memoria admirable, después de hacer un recorrido por la historia de México, recordar crisis, resabios de conflictos bélicos, los graves problemas de cada época, sensible, dice que ahora le toca vivir “una etapa en la que el mundo está loco, porque todo es violencia”
Le reprocha a la sociedad que no piense en que la cultura de la paz y prosperidad no se genera de un día para otro; el olvido de valores y la belleza de la vida, el canto de las aves, del gallo, la naturaleza, los árboles, la convivencia humana, el ayudarse unos a otros.
Mujer que por la edad y por el tiempo que no perdona, se desplaza en andadera, con una sonrisa que aflora sin resistencias, dulce, cariñosa con sus familiares, gentil con sus amistades, agradecida con sus alumnas y alumnos, con especial aprecio para las poetas Aura María Vidales y Juana María Naranjo, organizadoras del homenaje en el Museo de la Ciudad de México, en el Centro Histórico, con motivo de sus 95 años. Originaria de Aguascalientes, poeta de mente vigorosa, amiga en su juventud de Rosario Castellanos.
Para ella, para Dolores Castro Varela, “la violencia es horrible donde quiera que se encuentre”. Fue testigo de la guerra cristera, en la que “sufrieron tanto cristeros como soldados”; juzga espantoso lo sucedido con los estudiantes en 1968; admira a esa sociedad en la época del cardenismo, en la expropiación petrolera, que sacó sus ahorros y alhajas del cajón para ayudar a pagar la deuda con las transnacionales. Sus palabras hacen una película verbal, recuento de momentos álgidos, cronología de la historia de México. En orden, desde principios del siglo pasado hasta el presente, al 2018.
Sabe del amor y del dolor, extraña a su esposo, “mi segundo yo”. Tiene hijos y nietos. Ha vivido la mayor parte de su vida en la CDMX. También tuvo casa en Zacatecas. Poeta, narradora, ensayista y crítica literaria. Ha dado clases en las universidades Nacional Autónoma de México e Iberoamericana. Es egresada de la UNAM, con los títulos de licenciada en Derecho y maestría en letras. Posgrado de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid.
La aplauden de pie, larga ovación. Ella decide levantarse de su asiento para agradecer.
Sentada, emocionada, escucha a sus alumnas que rememoran su trayectoria y poesía, a quienes hoy también tienen un lugar como poetas, a Aura María Vidales, Juana María Naranjo, María Mercedes Najera, Leticia Ricardez y Lucía Rivadeneyra. Admiración y aprecio por su maestra.
95 años de vida, 70 años dedicada al magisterio, mujer con autoridad moral, inteligente, poeta, conmovida por la violencia.
A la poeta Dolores Castro Varela le duele  la violencia que lastima a la sociedad y por eso llama “loco” al mundo.

“Algo le duele al aire”

Algo le duele al aire,
del aroma al hedor.
Algo le duele
cuando arrastra, alborota
del herido la carne,
la sangre derramada,
el polvo vuelto al polvo
de los huesos.
Cómo sopla y aúlla,
como que canta
pero algo le duele.
Algo le duele al aire
entre las altas frondas
de los árboles altos.
Cuando doliente aún
entra por las rendijas
de mi ventana,
de cuanto él se duele
algo me duele a mí,
algo me duele.

Dolores Castro

Arturo Zárate Vite

 

 

Maestro en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Titulado con mención honorífica.

Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal.

Más de cuatro décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político.

Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio.

Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.