Al margen de lo que resuelva el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) sobre si revierte o no la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de negarle registro de partido a nuevas organizaciones políticas, es un hecho que la sociedad mexicana estaría interesada en alternativa distinta, pero no en las mismas caras.
Los que ahora buscan registro de partido, ya han participado en elecciones y hasta han tenido oportunidad de gobernar. El saldo no es favorable para ellos, por eso están fuera de la jugada.
Es una desgracia que no haya ni surjan grupos con otra propuesta y decididos a competir por el poder, más cerca de los reclamos de sociedad, congruentes, calificados, convencidos y eficaces para darle calidad de vida a los mexicanos, sin tanta violencia, sin inseguridad, con más salud y reparto de ingresos equitativo y justo. Son personajes ya vistos los que quieren regresar al ruedo. Está probado que no son opción.
Se supone que un partido político se forma para competir por el poder, no para vivir del financiamiento público y colgarse de alguna de las organizaciones principales para alcanzar posiciones. Así ha sucedido con partidos pequeños que todavía conservan su registro.
En caso de que el tribunal federal electoral le de la razón a la impugnación de alguna de las organizaciones aspirantes, en nada va a cambiar la correlación de fuerzas en México.
¿Dónde están las nuevas caras?
Por supuesto que en el país hay gente muy valiosa, preparada, que vive de su trabajo, que está atenta a los que sucede, critica o aprueba, va a las urnas cuando algún candidato o candidato le convence, nada más.
No hay iniciativa para integrar un movimiento con nuevos valores, prevalece el conformismo, la resignación. Seleccionar solo de lo que ha existido por muchos años, por décadas.
La novedad la dio Morena en el 2018, su dirigente ahora presidente de la República, creó un nuevo partido con la meta de llegar al poder y llegó. Seguro que nunca pasó por la cabeza del líder quedarse en la medianía y sobrevivir haciendo alianzas en el espectro político.
Quien ha querido despegar y no despega es Movimiento Ciudadano, con repuntes focalizados, en determinados puntos de la República, sin poder tener presencia en todos lados.
En síntesis, resuelva lo que resuelva el tribunal electoral, la vida partidista en México mantendría como principales fuerzas políticas a Morena, PAN y PRI, seguidos de Revolución Democrática, PT, Movimiento Ciudadano, Encuentro Social (próximamente Solidario) y Verde Ecologista.
¿México quiere más partidos?
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