Claudia y Xóchitl en la recta final

Política
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Según la mayoría de las encuestas, la elección presidencial está resuelta por la ventaja de dos dígitos de una de las candidatas.
No es el caso de la batalla por el control del poder legislativo.
Las cámaras de Diputados y Senadores son claves para el ansiado contrapeso al que aspira la alianza opositora.
Morena y sus aliados suspiran por alcanzar la mayoría calificada, el número suficiente de curules y escaños para sacar adelante su reforma constitucional, sin necesidad de negociar con la oposición.
Cualquiera de los dos escenarios, depende de las candidatas presidenciales, de lo que hagan o dejen de hacer en la recta final de sus campañas. Ambas, por la proyección nacional que tienen sus actividades, aumentarían o disminuirían el grado de aceptación de sus compañeros y compañeros en los 300 distritos electorales y en los 32 estados.
Ya hay señales de alarma en la oposición porque Xóchilt está muy lejos de remontar a su adversaria.
De hecho, desde que arrancó la competencia, se dio cuenta de que su candidata estaba en desventaja. La nominación surgió de última hora ante la falta de cuadros idóneos. Lo peor es que Xóchitl aceptó entrarle a la competencia sin tener equipo humano para ello. Se entregó a los intereses de los partidos que decidieron postularla.
Nunca han sido ni el PRI ni el PAN sus mejores cartas de presentación. Por momentos ha llegado al extremo, en su discurso, tratar de deslindarse y proclamarse candidata ciudadana.
Xóchitl Gálvez no es candidata ciudadana, es la abanderada de esos dos partidos y del PRD.
Hasta la fecha, no ha encontrado la mejor forma para justificar respaldo tan desacreditado. Se le acaba el tiempo. Y de no hacer nada extraordinario e impactante en los siguientes días, en poco o nada ayudará a quienes buscan un lugar en el Senado y en la Cámara de Diputados.
En el equipo de Claudia Sheinbaum trabajan como si el proceso estuviera reñido. Por eso no desatienden ningún espacio de campaña y responden a todos los ataques, sin importar su dimensión. Hay quienes confunden este comportamiento y opinan que es señal de que va en descenso en las preferencias. Lo que sucede es que no van a confiarse ni bajarán la guardia ante la ventaja de dos dígitos que les dan las encuestas. Ya se dieron cuenta que sí pueden, Morena y sus aliados, conseguir la mayoría calificada en el poder legislativo.
Dominan o gobiernan 23 estados y en cada una de esas entidades operan para que Claudia y los candidatos a diputados y senadores, obtengan amplia ventaja en la votación.
Por eso, para las semanas previas al día de la elección, arreciará la “guerra sucia”, de uno y otro lado.
La oposición hará todo lo que sea posible para ganar el papel de contrapeso en el legislativo.
Ahí es donde será decisiva la actuación de Xóchitl. Ella puede ser factor para convencer al electorado de que emita el voto que evite entregarle el poder absoluto a quienes anhelan triunfe lo que llaman Plan C.
Si el Plan C prospera, den por hecho todas y cada una de las propuestas de reforma constitucional de la 4T.
La historia de la elección presidencial 2024 todavía no está terminada, falta el último capítulo, el voto de millones de mexicanos el 2 de junio.
El control del poder legislativo dependerá de lo que hagan Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez en la recta final.

Arturo Zárate Vite

 

 

Maestro en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Titulado con mención honorífica.

Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal.

Más de cuatro décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político.

Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio.

Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.