En los primeros años de mi carrera como periodista tuve la oportunidad de entrevistar a Mario Moreno “Cantinflas”. Resultado de la perseverancia y paciencia, conseguí un espacio en su agenda.
Se llevó a cabo en la oficina que tenía sobre la avenida Insurgentes, sin seguridad personal a la vista ni cámaras de video. Era otro tiempo.
Había fracasado el boom petrolero con José López Portillo y se avecinaba la renovación moral con Miguel de la Madrid.
Mario Moreno tenía 72 años. Era un hombre feliz, satisfecho con su vida profesional y privada.
Quizás la única vez en la que habló de política en entrevista, porque en sus películas lo hizo con sus diversos personajes.
Miguel, seducido por el yoga
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Arturo Zárate Vite
Entrevista
Lo atrapó el yoga y ahora está con un pie en el avión para irse a Francia, con la ilusión de abrir escuela en París.
Cuando le pregunté que es lo que le desea a México, ahora que lo deja, tomó bastante tiempo para la respuesta. Por la importancia que le da a los mensajes y a las palabras. No ignora los nubarrones ni los claroscuros. Su deseo es que haya calma, paz y alegría.
Miguel Muzquiz Ojeda, 34 años de edad, licenciado es Ciencias de la Comunicación, guionista y maestro de yoga. Vive de lo que le pagan por dar clases de yoga. No ha renunciado a su profesión de comunicador ni tampoco a su actividad como guionista. Van en vías paralelas. La realidad es que la disciplina india lleva la delantera, poco a poco lo ha absorbido.
Boda en abril pasado con una francesa. Supondrías que su esposa es la que se lo lleva. No. Ella estaba dispuesta a quedarse en México. Ambos analizaron ventajas y desventajas. Concluyeron que las mejores expectativas para la disciplina que él practica están en París. Camille es maestra de idiomas en Francia. Trabajo estable, con prestaciones sociales. Vivirán en un departamento de 43 metros cuadrados, renta mensual de mil 300 euros. Alrededor de 27 mil pesos.
Miguel, nunca imaginó que daría clases de yoga. Primero fue alumno. Después, asistente del maestro. Lo acompañaba a diversos talleres en la Ciudad de México. El día que no pudo asistir, hizo la suplencia. Creció su interés por enseñar, por especializarse. Disfruta dar clases. Yogui consumado.
En 2012 estudió en Quebec, Canadá, en Sivananda Yoga Vedanta Centre; en México, en Yoga Espacio, en donde pronto recibirá su certificación, justo antes de viajar a París.
Su última clase en México, en el gimnasio Energy. Siempre tuvo salón lleno, a veces codo con codo. Fila para ingresar, más larga que la fila para comprar tortillas. Clase de Yoga Restaurativa. Dominio de la disciplina. Plena satisfacción de los asistentes, hombres y mujeres.
Todo mundo quiere restaurarse, combatir el estrés. Sus alumnos lo despidieron con una larga ovación. Como en las anteriores ocasiones, la pregunta inicial al maestro: ¿Qué accesorios vamos a utilizar? Nunca fueron suficientes los proporcionados por el gimnasio. Siempre hicieron falta tapetes, bloques, pelotas, cinturones. Para la última clase, decidió que era suficiente con el tapete e incluso directamente sobre la duela, en algunos ejercicios.
Sabe enseñar y convence, detallista en sus explicaciones, para enterar a los alumnos de los beneficios obtenidos por cada movimiento corporal, en articulaciones y músculos, en los dedos de los pies, en las piernas, en la cadera, en la espalda, brazos, cuello y cabeza. Otra preguntas antes de empezar la clase: ¿Quién asiste por primera vez? ¿Alguna lesión?, necesarias para conocer a los nuevos, para prevenir y evitar lesiones.
Ocasional lectura de filosofía de vida, sobre el comportamiento humano. Llevaba su libro para leer y dejar un mensaje. El yoga no solo cultiva el cuerpo sino también busca la sanación de la mente. Relajación. Mejorar la oxigenación.
Hay Inquietud del alumnado por quién será el maestro sustituto. Tiene que ser igual o mejor, la aspiración. No es fácil para la empresa encontrar revelo adecuado, convincente para los practicantes.
La meta de Miguel Muzquiz Ojeda es aprender a disfrutar la vida, en el momento que sea. Vivir sin apegos, con un corazón abierto, controlar las perturbaciones mentales, comunicar algo útil. Sin llegar a la obsesión, le ilusiona tener una escuela en París, ahí donde conoció hace ocho años a la que ahora es su esposa.
Habían dejado de verse. A raíz de los atentados en Francia en 2015, reactivaron la comunicación. Coincidieron en que era tiempo de unir sus vidas.
El temblor del 19 de septiembre en la Ciudad de México, aunque pudiera sonar paradójico, le dio el momento más feliz de su vida a Miguel. Salvarse de morir y salvar a su mamá. Lograron bajar por las escaleras cuando empezaban a desprenderse pedazos de concreto de techos y paredes. Por los daños, por el riesgo, el edificio fue inhabilitado. Su esposa estaba en Francia el día del sismo. Él y su mamá, encontraron refugio en casa de unos amigos.
Entrevista de Cantinflas a la Fonoteca
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Arturo Zárate Vite
Entrevista
Entrevistar a Mario Moreno “Cantinflas” en 1982 no era complicado; difícil, concertar la cita. Entonces los artistas de su nivel no accedían a la primera para responder preguntas. Tampoco abundaban los programas de noticias en radio. Radio Mil y Grupo Acir reinaban en esta materia, competían por el rating. Trabajaba en el NRM, en la llamada zona azul y oro de la Ciudad de México. Ahora sus instalaciones están en Santa Fe.
Regularmente hacía más de lo que tenía asignado en la orden de trabajo. En ningún momento limitaron mis iniciativas. Al final la estación de radio ganaba con las aportaciones. En Radio Mil empezó a difundirse la información vial, desde el centro de monitoreo de la Secretaría de Seguridad Pública en Tlaxcoaque. Incluso, en alguna ocasión, para este propósito, el general Ramón Mota Sánchez, accedió a que se utilizara el helicóptero de la institución. Con el tiempo, el servicio de información vial se generalizó en muchas más estaciones.
Llevaba a cabo las iniciativas y una vez logradas, enteraba al director de noticias de lo que se había hecho. Así sucedió en el caso de Cantinflas. Sabía de antemano que no aceptaría a la primera. Dos meses insistí con su secretaria para que concediera la entrevista. Nunca me desanimé. Estaba convencido de que la conseguiría. Por fin. Accedió y fijó fecha.
Las preguntas tendrían un enfoque político. Lo haría hablar del gobierno en turno y del siguiente. No sería una entrevista de espectáculos, nada de sus películas ni próximas actuaciones. Solo política. Seguro que no hay otra entrevista que se le haya hecho con ese objetivo.
Claro, él respondió como Cantinflas, no como Mario Moreno.
Estaba más que emocionado con el aviso de que había aceptado la entrevista. Sería en el último piso de su edificio en Insurgentes Sur llamado Rioma. En el “Penthouse”. La oficina. Llegué puntual, con la energía del joven recién egresado de la escuela de periodismo, reportero de Radio Mil. Para nada estaba nervioso con el personaje. Quería hacer la entrevista y ahí estaba para eso. Don Mario sentado, atrás del escritorio. Había una persona más, nunca supe quien era. Tampoco me interesó. Llevaba la grabadora con forro del NRM. Todavía usaba los ya casi extintos casetes.
Concentrado en la entrevista, en mi papel de reportero. Don Mario, con todo el aire de grandeza de Cantinflas. Divertido, con su sonrisa y humor acostumbrado. Sabía que tenía enfrente un periodista novato. Obvio. Por momentos lo veía intercambiar miradas con su acompañante, supongo amigo, que se concretó solo a escuchar. La entrevista se difundió en las estaciones de Radio Mil.
Esa entrevista está ya en el acervo de la Fonoteca Nacional, en la casona de Coyoacán, donde se guarda y conserva el patrimonio sonoro de México. Tiene el número de inventario FN17070009130. Doné el casete original de la única entrevista radiofónica en la que Mario Moreno “Cantinflas” habló de política.
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El México de una fotógrafa
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Arturo Zárate Vite
Entrevista
La historia que te voy a contar es la de una mujer que decidió dejar su trabajo de Contadora Pública para dedicarse a la fotografía artística, convencida de que esa era su vocación.
Su padre, simpatizante de las ideas comunistas, quería que fuera guerrillera.
Hasta ahora, la única arma que ha llegado a las manos de Ariadna Cuadriello es la cámara fotográfica.
Especialista en fotografía documental, autorretrato e intervención de paisaje. Juega con la fantasía, imaginación y realidad. También le dedica tiempo al grabado y la pintura.
Su padre no consiguió hacerla rebelde bélica. La afición por los libros de arte en la familia, hizo que Ariadna empezara a enamorarse de la fotografía, desde la niñez.
Vocación que reprimió por más de 15 años, porque primero estudió la carrera de Contadora Pública. Trabajó en la empresa alemana Basf, donde tenía sueldo para ser autosuficiente, no depender económicamente de nadie.
No le importó abandonar la estabilidad económica. Desoyó la advertencia sobre los riesgos de volver a empezar de cero. Con lo que le dieron de finiquito, retomó lo que siempre ha amado: la fotografía.
Es apoyada por sus padres. Tiene la meta y el sueño de ser figura internacional, reconocida en el mundo.
La historia de Ariadna Cuadriello da para escribir novela.
Muy lejos del arrojo y valor que tendría un guerrillero.
Precavida ante la inseguridad en la Ciudad de México.
Cuando la vi en el lugar programado para la entrevista, lo primero que observé es que no traía su cámara. Una fotógrafa sin cámara es como un periodista sin pluma o sin grabadora, pensé. Se lo dije.
-¿Y la cámara?- pregunté.
Se puso nerviosa.
-No la traje porque me la pueden robar- contestó.
Ariadna Cuadriello abrió y buscó en su bolsa. Sacó su teléfono celular. Los avances y ventajas de la tecnología, a la mano de millones en el mundo, la cámara integrada al teléfono.
Su padre simpatizaba con el comunismo. Quería que su hija fuera guerrillera. Extraño, no deseaba lo mismo de los dos hijos varones. La mentalidad revolucionaria, disonante, provocó que la abuela de Ariadna lo metiera a un centro siquiátrico. Solo estuvo dos semanas. La propia familia resolvió sacarlo.
Era niña cuando sus padres se divorciaron. Creció al lado de su mamá. No ha dejado de ver a su papá, hombre de firmes convicciones y valores, torturado al negarse a delatar a un amigo.
Contraria al pensamiento de su progenitor, ella se define conservadora.
Ariadna ha participado en más de 20 exposiciones, en diversos lugares. En el palacio de las Naciones Unidas en Ginebra. En la Universidad de Pretoria, Sudáfrica. En India. En Love Art Fairen Toronto, Canadá. En el Palacio de Bellas Artes, Museo Tamayo y Centro de Arte Contemporáneo en México. Tiene página web con su nombre e igual en Facebook. Ganó el tercer lugar en el Festival Internacional de la Imagen 2014.
Ha tomado miles y miles de fotos. Le dije que seleccionara una que en su opinión representara el México de hoy.
En la foto elegida aparece su abuelo, deprimido ante la destrucción de su hogar por el sismo, las carpetas de contabilidad de su negocio tiradas en el patio, la tasa de baño en una esquina. La representación del “caos que sufre el país, demasiados problemas”.
Ese es el México de Ariadna Cuadriello, que ella quiere se corrija. Lo que está mal y debe cambiar.
"Humillante quitar Polyforum"
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Arturo Zárate Vite
Entrevista
El maestro muralista Ariosto Otero dijo que sería “humillante si quitan el Polyforum Siqueiros” que se encuentra en Insurgentes Sur y Filadelfia de la colonia Nápoles en la ciudad de México.
Consideró inaceptable que se pretenda trasladarlo a otro lugar con el pretexto de que se va a construir un rascacielos.
Además, como experto en la materia, anticipó que hacerlo tendría consecuencias irreparables para la obra emblemática de David Alfaro Siqueiros; “en el desmantelamiento de las placas se quebraría como una galleta”, debido a los materiales utilizados para su elaboración como el asbesto y la piroxilina.
Se trata de un patrimonio de la nación y por ello no se puede mover por capricho o por negocio, aunque se encuentre en terrenos particulares, sostuvo el maestro Otero, en entrevista con este medio de comunicación.
Espera que las autoridades culturales de México impidan cualquier atropello contra la obra de uno de los sabios del muralismo.
Hasta ahora los dueños del complejo WTC no han hecho ninguna aclaración ante las versiones periodísticas de que pretenden deshacerse del Polyforum para construir un edificio de 50 pisos.
En opinión de Otero, los propietarios estarían sondeando y midiendo la reacción de la sociedad y de las mismas autoridades, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
“Si lo quitan van a destruir el mural más grande del mundo hecho por un mexicano; se evidenciará que importa más el dinero que la cultura, la historia y lo que le da identidad a una sociedad”, advirtió Ariosto Otero.
Arturo Zárate Vite
Es licenciado en periodismo, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con mención honorífica. Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal. Más de dos décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político. Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.
Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio. Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.
Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.
CZV
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