Esta vez les voy a contar una historia revelada por el diputado Manlio Fabio Beltrones y confirmada por Diego Fernández de Cevallos.
Dos personajes de la vida nacional inconfundibles, con largas trayectorias, de altas y bajas, de críticas y elogios, de aciertos y desaciertos. Contra lo único que no han podido es con el tiempo. Se ha encargado de irlos encaneciendo, pero conservan una vitalidad y sensibilidad como pocos en la política.
No se guardan ninguna y se defienden cuando hay ataques, sean de fuego amigo o de adversarios.
Ambos se conocen como la palma de la mano, infinidad de veces se han sentado en la misma mesa. Han discutido, debatido y acordado. Cedido, no siempre, ante la razón de cualquiera de ellos.
Uno priísta y otro panista. Los dos han conservado la misma camiseta de sus respectivos partidos.
Manlio sigue en activo con cargo. Diego, aunque a veces pareciera retirado, se conserva con voz y voto en el panismo. Dice estar dedicado a su profesión de abogado.
En su larga trayectoria seguro que les han dicho hasta de que se van a morir. Aquí no es la intención. Tampoco exaltarlos. Lo que son, dígase lo que se diga, nada lo va cambiar.
Se trata de conocer un pasaje de sus batallas políticas. No hay que perder de vista que militan en organizaciones distintas.
Beltrones es quien reconoce un gran acierto del famoso “Jefe Diego”.
La fotografía que incluye la credencial de elector, antes del IFE y ahora del INE, fue idea de Fernández de Cevallos.
Por su tozudez y necedad, en 1990, cuando se definían las características de dicha credencial, Diego se empeñó en que tuviera fotografía. Inamovible su posición. Se mantuvo en la mesa de negociación.
“Aquí me quedo, no me levanto”, les advirtió.
24 años después Beltrones no tiene reparo en reconocerle que tenía razón sobre las bondades de la credencial con foto.
Cuando se analizó el tema, hace más de dos décadas, los priístas argumentaban que no era posible porque “cuesta mucho dinero”, “no hay presupuesto que alcance”. Hasta llegaron a suponer que Diego era socio de la transnacional empresa fotográfica Kodak.
Es lo que platicó el diputado Manlio Fabio Beltrones en el foro electoral organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el pasado 27 de junio.
Diego dio por válida la versión. La complementó. Enteró a los asistentes que hubo un personaje de “alto nivel” que sostenía que no se podía por insuficiencia presupuestal (dinero) y porque no se contaba con la tecnología para hacerlo de una manera masiva.
Le dijeron que sólo era posible en ocho o diez entidades.
Curioso, ni Manlio ni Diego se atrevieron a mencionar quien era ese “alto personaje” en 1990 (entonces Carlos Salinas ocupaba la silla presidencial).
Al final el panista se salió con la suya, sí alcanzó el dinero y la tecnología fue suficiente.
En el presente nadie pone en duda los beneficios de la credencial de elector con fotografía.
La foto fue idea del Jefe Diego
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