¿Qué sabes del Palacio de plata en la Ciudad de México?

Ciudad de México
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El palacio más suntuoso del siglo XIII, con abundantes adornos y utensilios domésticos hechos de plata.
Todo era de plata. Comían en vajillas de plata, había plata en las recamaras y hasta en los servicios sanitarios.
Ningún otro palacio virreinal tenía tantos objetos de plata de fino acabado.
Se trata de El Palacio del Conde de Regla, propiedad de uno de los personajes más ricos y poderosos de la época. Magnate minero, fundador de lo que ahora conocemos como el Monte de Piedad.
Pedro Romero de Terreros, de origen español, quien se casó con María Antonia Micaela Josefa Trebuesto y Dávalos, así se llamaba su esposa.
En 1768, el Rey Carlos III le otorgó el título de Conde de Regla a Romero de Terreros.PALACIO CONDE DE REGLA FOTO PLACA 2
El mismo Romero de Terrenos escogió el nombre, era muy religioso y devoto de la Virgen de Regla, en España.
Por eso el Conde de Regla.
En agradecimiento por el título nobiliario, le regaló al rey un barco de guerra y lo bautizó con el nombre de “El Conde de Regla”.
El Palacio se construyó en la calle República de El Salvador número 59 en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
A diferencia de los palacios que había en la Nueva España, el palacio del Conde de Regla solo fue construido con una salida o acceso a la calle; alto portón de madera, decorado con chapetones metálicos.
Fachada barroca de tezontle y cantera labrada; ventanas de la planta baja tan altas como el portón.
En la planta baja había caballerizas, cocheras y bodegas en las que se guardaban barras de plata.
En el nivel superior o segundo piso, las habitaciones utilizadas para la familia y sus invitados.
El Palacio del Conde de Regla contaba con una capilla y en uno de sus muros estaba el cuadro de la virgen de Dolores.
En los techos había vigas de madera y en las ventanas cortinas de seda. Las paredes de las recámaras estaban tapizadas con papel decorado de China. Predominaban las figuras religiosas en las habitaciones.
El Conde de Regla todavía ordenó la construcción de un tercer piso en el palacio, para la recreación: salas de juego y salas de música.
Mientras vivió el Conde de Regla, su palacio tuvo la mejor época de esplendor. A partir de su muerte, empieza la decadencia.
El palacio del Conde de Regla entró en crisis. Escaseó el dinero para darle mantenimiento.
Con tal de conseguir recursos, a principios del siglo pasado decidieron adaptarlo como vecindad y abrir locales comerciales.

Lo destruyeron parcialmente.
Para evitar su destrucción total fue declarado monumento histórico.
En 2016 hubo planes para restaurarlo y cuidarlo. Nunca llegaron los recursos.
Es la historia del Palacio del Conde de Regla, un palacio descuidado, cerrado y no hay señales de que pronto vaya a ser restaurado.

Arturo Zárate Vite

 

 

Es licenciado en periodismo, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con mención honorífica. Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal. Más de dos décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político. Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio. Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.

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