Se abrió paso entre el público y pidió lugar en el frente, que el moderador le cediera el asiento. Se acomodó en el banquillo de madera, en uno de esos que por su altura no te deja descansar los pies sobre el piso. Curioso o coincidencia, arriba de su cabeza, sobre la pared colgaba cuadro con personaje sentado de una manera similar.
Dueño del escenario platicó su experiencia, la selló con una frase teñida de angustia:
“¡La cantidad de gente que llegó nos espantó!”.
El pintor Alejandro Pizarro Ortega habló de los riesgos de los llamados “espacios independientes”, las galerías alternativas para quienes no encuentran lugar en los sitios institucionales, en museos y otros foros que son financiados con recursos del erario.
Quiso hacer de su taller un espacio independiente pero se espantó. Se espantó cuando vio mucha gente y más cuando se enteró que rateros se llevaron la cartera de uno de los artistas.
Y es que para entrar a estos espacios no se cobra ni se pasa por un arco detector de metales. Tampoco hay un vigilante ni personal especializado en cachear. El acceso es gratuito y libre, en el entendido de que todos están interesados en el arte, en el trabajo de los artistas.
Sin embargo Alejandro se espantó. Solo hizo cuatro exposiciones en su taller ubicado en la delegación Benito Juárez de la ciudad de México. A la cuarta claudicó al comprobar que no hay control sobre la gente que ingresa.
La historia la relató en la clausura de la exposición colectiva Siguiente Parada en la galería Estación Coyoacán Arte Contemporáneo, en la calle Francisco Ortega 23 de Coyoacán.
Ese día llovía con una intensidad variable. Confirmaba el pronóstico del tiempo para la noche. Había que mojarse o llevar paraguas si querías estar presente en el evento, que para su cierre, después de un mes de exposición, organizó mesa redonda con la participación de Octavio Moctezuma, Israel Covarrubias y Ernesto Zavala. El tema: “Los espacios independientes y su papel en el ecosistema del arte”.
Pizarro fue uno de los expositores. En su cuadro denominado ¿A dónde se fueron?, aparece un futbolista con una “x” en la camiseta, con el brazo izquierdo que señala la ventana abierta. Reclamo medido y cauteloso por la tragedia de los 43 que perdieron la vida en Iguala, Guerrero. Por temor, no precisó a qué, no le puso número a la camiseta.
En el espacio independiente, la preocupación de Alejandro es la inseguridad, el que no haya control de la gente que asiste.
Espacio independiente convertido ahora en una alternativa para los artistas, que tiene éxito porque proliferan, nada más que con vida efímera.
Octavio Moctezuma, partidario y promotor, lo considera fundamental y está de acuerdo en que se tiene que dar el siguiente paso, en darle garantías para su funcionamiento, pero de ninguna manera establecer requisitos que pudieran limitarlo o desalentarlo.
Esta vez, en la galería que se encuentra en el centro de Coyoacán, nadie se quejó de que le hubieran quitado la cartera.
Un pintor espantado
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