Vienen campañas sucias

INE
Typography

Esperaba una llamada familiar, la tía que olvidó pagar el recibo de luz de su casa y la eficiencia de la Comisión Federal de Electricidad para cortarle el servicio de inmediato. Cerca de las ocho de la noche del jueves nueve de enero de 2015, ya había llegado al aeropuerto internacional de la ciudad de México procedente de Guadalajara. Sonó el teléfono. De inmediato supuse que era ella, tomé el auricular. Me quedé sin habla, era una voz grabada y masculina, engolada.

Un mensaje electoral en año de elecciones.

No daba crédito, apenas en fecha reciente había tramitado el cambio del número de teléfono de mi domicilio.

Me concreté a escuchar.

De entrada el anuncio de que se trataba de una encuesta patrocinada por Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena. Después la pregunta de porqué partido vas a votar. Enseguida las opciones: teclear 1 si es por el PRI, 2 si es por el PAN, 3 si es por el PRD, 4 si es por Morena y 5 si es por otro. Unos segundos para tomar la decisión y luego la despedida con un seco “gracias”.

Debo admitir que me impactó la llamada, no por el tema sino por lo inesperada y el misterio de su origen.

Se agolparon las preguntas en mi cabeza.

La primera que entresaque:

¿Quién les dio mi número de teléfono?

Otras:

¿Cómo le hicieron para localizarlo? ¿Lo descubrieron aleatoriamente? ¿Volvieron a sustraer información de la autoridad electoral? Recordé que al INE no le he dado mi nuevo número.

Entonces, ¿de dónde?

Optimista le comenté a mi joven hijo que conocería el origen de la llamada en el próximo recibo de la empresa de Carlos Slim. En segundos me ubicó en la realidad al decirme que eso no sucedería porque lo más seguro es que fuera un número privado. Recordé que así ha sido en otros casos de los que me he enterado, de vecinos y amigos. Son llamadas que no dejan huella.

Más preguntas:

¿Quién hizo la llamada viola la ley electoral? ¿Puede ser creíble que hayan sido AMLO y su Morena? ¿Sería capaz López Obrador de hacer una encuesta de ese tipo y dar su nombre? ¿Sería un adversario del político tabasqueño con la intención de inculparlo y desacreditarlo? o ¿una empresa encuestadora privada con fines y patrocinios oscuros?

Cero respuestas, otro acto impune, un anticipo de lo que viene, las campañas sucias de las elecciones. Es apenas una pequeña muestra, porque ante tantos escándalos e incongruencias partidistas, da por hecho que en los videos o spots (tan solo siete millones de impactos o repeticiones en los 40 días que dura la precampaña) van a exhibir sus miserias.

La verdad, su exhibición es innecesaria, la sociedad ya los conoce.

Por lo pronto, a manera de protesta y rechazo, les digo que no oprimí ninguna tecla, así que conmigo perdieron el tiempo.

Arturo Zárate Vite

 

 

Es licenciado en periodismo, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con mención honorífica. Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal. Más de dos décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político. Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio. Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.

 ine  scjn  cndh  inai