Urgen Juicios Orales

Poder legislativo
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La implementación de los juicios orales para renovar el Sistema de Justicia Penal en el México sigue en el atraso y no hay ninguna garantía de que se vaya a cumplir con el plazo fijado por el poder legislativo.

Junio de 2016 es la fecha. Hay hasta un reloj con cuenta regresiva, en días, horas, minutos y segundos en Internet de la “Secretaría Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal” (SETEC), organismo desconcentrado de a Secretaría de Gobernación, para saber el tiempo que les falta a los involucrados en esta tarea.

En www.setec.gob.mx puedes ver ese reloj. A estas alturas, a un año tres meses de que venza el plazo, apenas una entidad, Chihuahua, ha conseguido llegar a la meta. Más de 20 estados están por abajo del 60 % del cumplimiento. Y se supone que se empezó a trabajar con ese propósito desde 2008.

La responsable de operar y asegurarse de que esto funcione es la SETEC que está a cargo de su secretaria técnica María de los Ángeles Fromow Rangel, pero es obvio que una tarea es esta magnitud no puede ni debe verse como una misión exclusiva de una persona.

Hay que decirlo ahora para que el día de mañana, una vez que el reloj llegue a ceros, todos asuman su responsabilidad y no se vaya querer solo señalar a una persona del incumplimiento.

Lo fundamental es hacer funcionar ese nuevo sistema, para acabar con prácticas rancias, caducas y opacas, con tufo de corrupción e injustica. La justicia no ha sido pronta y expedita como lo enuncia la Constitución. Hay procesos que se vuelven interminables. Humanamente es imposible que un juzgador que no ha seguido el desarrollo de un juicio, en dos o tres meses, cuatro o cinco, se lea cinco mil, 10 mil, 20 mil o más fojas y resuelva con la imparcialidad que debe significar un acto de esta naturaleza.

Como cuando ibas o vas a la escuela y quieres estudiar para el examen de un día para otro, aprender en 24 horas lo que no hiciste en todo un año. Por supuesto que no es el mejor camino. Repruebas o haces un examen irregular. Es lo que sucede cuando se desatiende lo que exige atención permanente. Pasa en la “impartición” de “justicia”.

Por eso la importancia de los juicios orales, para que haya más actores involucrados y testigos de lo que ocurre en el desarrollo de un proceso, para que el veredicto no quede en manos y en la oscuridad de un juzgador, para que se obligue al juzgador a estar en todas las deliberaciones.

Me parece que el nombre que se le dio a la SETEC, además de kilométrico es indigerible para el ciudadano común. Hay escasa idea en la opinión pública de la trascendencia de la medida.

Por lo menos, se supone, la tienen clara los responsables en llevarla a cabo, es materia  del secretario de Gobernación, gobernadores, funcionarios, académicos, jueces, magistrados, conciliadores, policías, peritos, ministerios públicos, defensores, mediadores y personal penitenciario.

Definitivo, el peso de la renovación del Sistema de Justicia Penal no es carga para una sola persona.

Arturo Zárate Vite

 

 

Es licenciado en periodismo, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con mención honorífica. Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal. Más de dos décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político. Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio. Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.

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