La dirigente nacional del Morena, Yeidckol Polevnsky, no ha encontrado la fórmula de darle paz, orden y dirección a su partido. Sus principales batallas, desde que ganaron la elección presidencial, han sido internamente. Los pleitos se han multiplicado, sobre todo por los apetitos de poder de quienes aspirar a encabezarlo. Por esa ambición sin medida, han llegado a desoír la sugerencia de su principal líder para que la competencia se resuelva a través de la encuesta.
Está a la vista la rivalidad que existe entre los distintos grupos que aspiran a controlar su organización. Yeidckol se ha convertido en juez y parte desde su posición de secretaría general. Como formalmente también quiere la presidencia, compite con los demás candidatos, con su compañera Bertha Luján, el diputado Mario Delgado y Alejandro Rojas, suplente del senador Ricardo Monreal.
La posición del partido es clave para quienes trabajan y hacen planes con miras al 2024. Es lo que está en el fondo. No es ningún secreto que Monreal tiene proyecto en ese sentido. También Marcelo Ebrard. Juegan sus cartas, el canciller cuenta con el diputado Delgado. Yeidckol se mantiene en la secretaría general porque tiene a su favor la simpatía presidencial, pero se le puede agotar el beneplácito si no endereza pronto al partido. Bertha es consejera nacional de Morena y su hija Luisa María Alcalde es la Secretaria del Trabajo, forma parte del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador. Así que las dos mujeres candidatas estarían más en el ánimo del tabasqueño.
Sin embargo, el refuego no para entre los grupos y esta vez está en medio la senadora sonorense Lilly Téllez. La llamada Comisión Nacional de Justicia y Honestidad de Morena trató de quitarle un voto a Monreal, sacarla de la bancada con el argumento de que sus expresiones son contrarias a las fijadas por el partido, en el aborto, por ejemplo.
Lo que consiguió la comisión fue fortalecer los lazos políticos de Lilly con el coordinador de su grupo en el Senado. Además, exhibirse como un ente opuesto a la libertad de expresión.
De ese tamaño es el pleito interno, se ignoran hasta preceptos constitucionales con tal de afectar o fastidiar al de enfrente.
Como era de esperarse, el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación le ha dado la razón a la senadora sonorense.
No consiguieron aislar a Lilly Tellez, hicieron crecer su imagen política, por lo que, si quisiera, podría competir por su estado, por la gubernatura, aunque ella ya se descartó.
Sin embargo, su voto a favor de alguno de los contendientes por Sonora, podría marcar diferencia y darle el triunfo.
La Libertad de Expresión de Lilly
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