Una vez que se agote el proceso de revisión en el Tribunal Electoral del Poder Judicial, Andrés Manuel López Obrador podrá enfilar su estrategia hacia organismos internacionales para exponer su caso.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es una de sus opciones y ahí esperaría contar con la solidaridad de Emilio Álvarez Icaza, quien se desempeña desde este agosto como secretario ejecutivo.
Emilio es visto como simpatizante de la izquierda. En algunas fases de su actividad han coincidido en desestimar el trabajo de instituciones nacionales como lo ha hecho Andrés Manuel.
Sin embargo, ni la CIDH ni ningún otro organismo de esa naturaleza cambiará lo que resuelva el TEPJF.
El propio López Obrador sabe muy bien que las decisiones del tribunal son definitivas e inatacables.
Además, ha afirmado en reiteradas ocasiones que su acción seguirá dentro del marco legal.
También tiene claro que sus pruebas, incluidos los animales de granja, jurídicamente son insuficientes como para que los magistrados determinen invalidar la elección presidencial del 1 de julio.
La imputación de que se gastó por encima de los topes establecidos para la competencia política, tiene sus tiempos en la ley. El resultado de la investigación se conocerá hasta el siguiente año y cualquier irregularidad que se compruebe será sancionada con una multa.
Andrés Manuel también podrá ocuparse en la construcción de un nuevo partido que aglutine a las bases de la izquierda y seguramente mantendrá su influencia en legisladores que llegaron al Congreso con su apoyo.
El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ha sido tres veces candidato a la presidencia de la República. Andrés Manuel lleva dos candidaturas presidenciales. El 2018 puede ser la tercera.
¿Hacia dónde va AMLO?
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