En política nacional se puede hablar de tres fenómenos electorales en años recientes; casos de personajes que remontaron adversidades y campañas en contra para competir por la presidencia de México.
1.- Cuauhtémoc Cárdenas perdió oficialmente en 1988. Hubo dudas sobre el resultado final. Fue un proceso donde la campaña del ingeniero, candidato del llamado Frente Democrático Nacional, no existió para la mayoría de los medios.
Jacobo Zabludovsky, en su programa de noticias en la televisión comercial, entrevistó a dos hermanos de Cuauhtémoc que se concretaron a criticar a su pariente, nada más.
A pesar de la escasa presencia mediática, el ingeniero Cárdenas, hijo del general Lázaro Cárdenas quien nacionalizó la industria petrolera, dio gran susto al abanderado oficial, tanto que calló o se le cayó el sistema a la Comisión Federal Electoral que presidía Manuel Bartlett, encargada de la organización de las elecciones, justo cuando crecía la captación de votos a favor del opositor.
Dicha comisión se vio obligada por los partidos a difundir la noche de la elección el comunicado que decía que todavía no estaba en condiciones de dar a conocer resultados. Comunicado minimizado mediáticamente. Lo que tuvo gran despliegue informativo fue la conferencia de prensa del PRI que anunció el triunfo de su candidato.
Cárdenas fue fenómeno electoral porque obtuvo votos a pesar de que no existió su campaña para los medios.
2.- Vicente Fox, como gobernador de Guanajuato, adelantó que buscaría la candidatura presidencial, mucho antes de que el panismo lanzara la convocatoria para registro de aspirantes. Arrasó en la elección interna de su partido y ganó la elección constitucional en 2000.
Su estilo ranchero, lenguaje directo como “hoy, hoy, hoy” para evitar posponer acciones de campaña, su compromiso para acabar con las alimañas, víboras prietas y tepocatas y presumir que sería capaz de resolver el conflicto de Chiapas en 15 minutos, ayudaron a construir una imagen que permitió, después de más de 70 años, quitarle el poder presidencial al partido tricolor.
Fue fenómeno, porque venció al “invencible”.
3.- Andrés Manuel López Obrador hizo campaña 18 años en búsqueda de la presidencia de la República. En dos ocasiones no logró el resultado esperado. La tercera fue la vencida. Arrolló en el proceso electoral de 2018. Su popularidad, su lema primero los pobres y compromisos de candidato para bajar precios de combustibles y acabar la corrupción, le dieron 30 millones de votos. Desapareció de la escena política a sus adversarios. Basó la difusión de su campaña en redes sociales que llamó “benditas”
Fue fenómeno electoral porque su perfil no solo hizo ganar a Morena la presidencia de la República sino también la mayoría calificada en el poder legislativo, en la Cámara de Diputados y en el Senado.
Independientemente del estilo de cada uno de estos tres personajes, la congruencia y credibilidad contribuyeron a que se convirtieran en fenómenos electorales.
La sociedad ha aprendido a valorar a los o las aspirantes, aunque no aparezcan en los medios, como sucedió en el caso de Cárdenas.
Tienen peso significativo la autoridad moral, trayectoria, el discurso, la empatía y conectar con la gente.
Al final, el resultado es lo que revela si alguna o alguno alcanzó el nivel de fenómeno electoral.
¿Fenómeno electoral en 2024?
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