En el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Arturo Escobar, Jesús Sesma y Karen Castrejón son los que han venido dando la cara al frente de su organización, al menos en la última década, cuando por razones de salud tuvo que retirarse Jorge Emilio González Martínez, “El Niño Verde”.
Se alejó de su partido, (fundado por su padre Jorge González Torres) sin soltar las riendas; a la distancia mantuvo el control, mientras era atendido en hospitales de los Estados Unidos.
En ese lapso, ninguno de los operadores pretendió desplazarlo o quitarle el mando. Se concretaron a obedecer instrucciones. No se hacía nada en tanto no le diera el visto bueno “El Niño Verde”.
Jorge Emilio nunca ha perdido el poder en su instituto.
¿Por qué?
Lo común es que cuando el líder de cualquier organización política o social se ausenta, por diversos motivos, más de uno o una intenta quedarse con la silla del jefe.
Ha sido distinto en el caso de “El Niño Verde”. Se ha consolidado el liderazgo, a pesar de su controvertida trayectoria, en la que no han faltado escándalos como cuando lo grabaron en una negociación monetaria en Cancún.
En medio de la enfermedad, se dio tiempo para fortalecer lazos con políticos, empresarios y dirigentes sociales. Se mantuvo al día de la información nacional. A su círculo cercano no extraño que hiciera viaje especial desde Houston a la Ciudad de México para platicar y felicitar a Claudia Sheinbaum, a días de que dejara la jefatura de gobierno en la CDMX.
Nunca ha sido un “político pobre”, así que la frase célebre del profesor Carlos Hank González en el sentido de que “el político pobre es un pobre político”, no encaja en su perfil.
Ya era rico desde antes de nacer. Su abuelo fue el gobernador de Tamaulipas Emilio Martínez Manatou, padre de su mamá Leticia. Y por lo que respecta a su familia paterna, para nadie es secreto que es dueña de farmacias. Su tío es el millonario y popular “Doctor Simi” (Víctor).Por dinero no tiene de que preocuparse la familia. Lo que le inquieta es la imagen, cuidar el prestigio.
Farmacias Similares, sin hacer mayor despliegue publicitario, sumó a su sociedad a Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz.
Su padre Jorge González Torres, desde que dejó a su hijo la dirección del partido, se concentró en la filantropía, el altruismo, sin alardear; procura ser discreto, no llamar la atención.
Pareciera que la estrategia de los barones de la familia González Torres es la prudencia y la promoción medida.
“El Niño Verde”, que ha superado su enfermedad, se prepara para el regreso presencial.
Tiene entre sus planes volver al Senado.
Ya se verá que tanto ha cambiado su conducta y hasta dónde llega su madurez, para no repetir errores.
Quizás por el ejemplo de su padre o por efecto de los golpes que le ha dado la vida, ha aflorado su sentido social, actitudes propias de bienhechor, como apoyar a gente de escasos recursos y hasta pagarles viajes por el mundo, sin cacarear este tipo de gestos en los medios.
En Guadalajara se dejó ver y fue la voz que enteró al diputado Antonio Pérez Garibay, padre del piloto “Checo” Pérez, que las encuestas no lo favorecían para competir por la gubernatura.
Por su estirpe, Jorge Emilio seguirá dando de qué hablar los próximo meses y años.
¿Quién manda en el Verde?
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