En el Palacio de Bellas Artes hay una lápida que tiene más de 400 años; corresponde a la tumba descubierta en enero de 1910, cuando empezó a construirse el nuevo Teatro Nacional, terminado tres décadas después y bautizado con el nombre de Palacio de Bellas Artes.
La tumba fue descubierta por albañiles que participaban en excavaciones y construcción del Teatro Nacional. Ahí estaba enterrada doña Catalina de Peralta, quien había sido esposa del capitán Agustín de Villanueva Cervantes.
El capitán Villanueva recibió en pago, por ser uno de los conquistadores de la Nueva España, los terrenos donde ahora está el Palacio de Bellas Artes.
Heredó la propiedad a la viuda que decide fundar el convento de Santa Isabel.
Doña Catalina de Peralta muere en 1620; las monjas acuerdan enterrarla en la iglesia que era parte del convento.
Cuando en 1910 es descubierta la tumba, ya habían transcurrido casi 300 años. Los trabajadores encontraron el esqueleto de doña Catalina y algunas de sus joyas.
La revista “tiempo ilustrado” publica el 16 de enero de 1910 el relato y una foto del sepulcro con el título: ”Curioso Descubrimiento”.
Se lleva a cabo la exhumación y la familia en privado traslada los restos al panteón de la Ciudad de México.
Por el peso, tamaño y su deterioro, dejaron la lápida. El arquitecto de la obra propone y se acepta que la piedra sea exhibida al público en lo que sería el nuevo Teatro Nacional, hoy Palacio de Bellas Artes.
Para la maestra Beatriz Maupomé, responsable del acervo histórico del palacio, es importante mostrarla al público para que conozca lo que había antes en el lugar.
La lápida mide dos metros de largo por un metro de ancho; todavía se puede leer la leyenda escrita sobre la piedra que dice:
“Aquí está sepultada doña Catalina de Peralta, mujer de Agustín de Villanueva Cervantes, fundadora de este convento, primera patrona, año de 1620.
Como consecuencia de la expedición de las leyes de reforma de 1859, cierra el convento; el terreno es vendido a particulares.
A principios del Siglo XIX, ante la necesidad de construir un nuevo Teatro Nacional, el gobierno de Porfirio Díaz selecciona el lugar que está entre la Alameda y el Eje Central Lázaro Cárdenas.
Como ya el terreno era de particulares, emite un decreto expropiatorio y paga la propiedad a quienes eran los dueños.
La lápida, con una antigüedad de más de 400 años, se encuentra en el túnel del Palacio de Bellas Artes.
La puede ver el público cuando realiza la visita guiada; actividad que, por la pandemia, sigue suspendida….
Esta es la historia de la lápida de doña Catalina de Peralta en el Palacio de Bellas Artes.
Lápida de más de 400 años en Bellas Artes
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