El famoso “Domo de Cobre”, ubicado al oriente de la Ciudad de México, en la avenida Río Churubusco, bautizado por una revista norteamericana como “El Palacio de los Mil Soles”, por la forma que se refleja el sol en su cúpula diseñada a base de polígonos y cubierta de cobre.
Palacio que por su estructura no tiene igual en el mundo, obra emblemática del deporte olímpico mexicano, con capacidad para veinte mil personas….
Inaugurado en 1968 para los XIX Juegos Olímpicos, escenario hecho originalmente para el basquetbol.
La medalla de oro la ganó el equipo de Estados Unidos y la de plata correspondió a Yugoslavia.
El juego final de baloncesto marcó la vida del niño Oscar Martínez; a los nueve años de edad, su casa estaba a 300 metros del Palacio de los Deportes.
Conoció el Palacio desde que empezó a construirse en 1966, iba regularmente con su cajón de bolear a limpiarle los zapatos a personal de seguridad.
El día del juego Estados Unidos-Yugoslavia corrió con la suerte de que lo dejaran entrar gratis. Su imaginación infantil le hizo creer que los jugadores, por su estatura, eran de otro planeta, más de dos metros la mayoría de los basquetbolistas.
Las emociones, el griterío de los aficionados, los jugadores gigantes, la entrega de medallas para los ganadores, quedaron grabados en la memoria del niño Oscar Martínez, sin sospechar que años después se convertiría en periodista deportivo.
Una vez que pasaron las olimpiadas, el Palacio de los Deportes cayó en desuso. Empezó a utilizarse para exposiciones, para la popular Feria del Hogar donde se vendían muebles, juguetes y electrodomésticos.
Aunque parezca increíble, El Palacio de los Deportes funcionó como Plaza de Toros. Hubo al menos ocho corridas. También fue escenario de juegos de tenis, cuando México estaba en la primera división de la llamada Copa Davis.
Actividades a precios altos y calificadas de elitistas. Hubo críticas y las autoridades de la Ciudad de México ya no las autorizaron.
A partir de 1991 el Palacio de los Deportes fue concesionado a la iniciativa privada. Desde entonces se dedica a la presentación de conciertos musicales. El palacio ha sido pisado por artistas de la talla de Paul McCartney, Madonna, Metallica, Bob Dylan, Billy Joel y muchos otros.
El Palacio de los Deportes tiene reconocimiento mundial como escenario Olímpico, forma parte del museo olímpico en Suiza.
Felipe “El Tibio” Muñoz, ganador de medalla de oro en natación en los Juegos Olímpicos de 1968, sigue orgulloso no solo de su logro sino de la arquitectura, única, innovadora y modernista que México diseñó para los juegos.
Es la historia del Palacio de los Deportes, construido hace más de 50 años.
¡Toros en Palacio de los Deportes!
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