El reloj del Palacio Postal fue hecho en Alemania hace 115 años y nunca ha dejado de funcionar. Solo en dos ocasiones le han dado mantenimiento de fondo. Las piezas reemplazadas han sido elaboradas por relojeros mexicanos.
El reloj está en su parte superior, en la torre central, en la pared donde se encuentra la puerta principal.
Tiene dos metros de diámetro; fue diseñado por el arquitecto e ingeniero italiano Adamo Boari, que hizo tanto el Palacio Postal como el Palacio de Bellas artes, dos obras emblemáticas de México.
Costó 5 mil quinientos pesos, hoy su valor es incalculable, es único en el mundo porque fue hecho especialmente para el Palacio Postal que se encuentra en la esquina de Tacuba y Eje Central Lázaro Cárdenas, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Cuando llegó el reloj de Alemania traía números romanos, se tuvo que pedir al fabricante que los cambiara por números arábigos, no porque son los que más usamos sino para que coincidieran con el estilo francés del Palacio Postal.
El reloj tiene tres sonidos diferentes, el primero suena a la media hora, el segundo a los 45 minutos y el tercero a los 60 minutos. Sonidos que por dos o tres décadas, cuando la CDMX tenía menos de un millón de habitantes, se escuchaban en cuatro kilómetros a la redonda.
Son sonidos producidos por el martilleo sobre seis campanas de bronce que están en el techo del palacio postal.
En la actualidad, por el bullicio, el ruido de la calle, miles y miles de personas que caminan por el Centro Histórico; por los miles y miles de automóviles que circulan sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas y la calle de Tacuba, no se escuchan en la vía pública ni a un metro de distancia del palacio postal.
Para poder escuchar los sonidos hay que estar en el interior y en el cuarto piso del Palacio Postal.
También es posible escuchar el tic tac del reloj con la oreja pegada al cristal que protege la maquinaria y que está a la vista de los visitantes.
Su maquinaria está formada por engranes y contrapesos, no es un reloj automático, hay que darle cuerda para que funcione.
Hay una manivela con la que cada semana, personal del Palacio Postal le da cuerda y si es necesario lo ajusta para que marque la hora exacta.
La gerente de cultura del Palacio Postal, la maestra Quetzalli Rosas, nos ha confirmado que las visitas guiadas gratuitas se han reanudado en el Palacio Postal, para admirar todo el edificio, que incluye poder observar en detalle la maquinaria de su reloj y escuchar sus sonidos metálicos que lo distinguen desde hace 115 años.
¿Qué sabes del reloj del Palacio Postal?
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