El Conde de Buenavista nunca vivió en su palacio

Ciudad de México
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El Palacio del Conde de Buenavista, ubicado en la calle recién bautizada con el nombre de México-Tenochtitlán, antes Puente de Alvarado en la colonia Tabacalera, es ahora sede del Museo Nacional de San Carlos en la Ciudad de México.
La construcción está inspirada en el palacio del rey español Carlos V, con idéntico patio oval, a cielo abierto. El cielo da la impresión de ser su gigantesco domo; es uno de los puntos más distintivos del inmueble. Fue hecho por el valenciano Manuel Tolsá, entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
Palacio de dos pisos, estilo neoclásico, fachada de cantera gris. Los jardines llegaban hasta la Plaza de la República; aproximadamente 2 mil 500 metros cuadrados de árboles y pasto.
El palacio del Conde de Buenavista nunca fue ocupado por su dueño. Fue hecho para que ahí viviera el Conde de Buenavista.
No lo pudo habitar.
Es el único palacio en el mundo que no ha sido disfrutado por su dueño.
La historia parece de película. Resulta que la millonaria marquesa María Josefa de Pinillos decide adelantar la herencia a sus hijos y, a su hijo menor, en primer lugar, a le compra en España el título nobiliario Conde de Buenavista.
Acorde con la nueva investidura de su hijo, la mamá, la marquesa, también le manda a construir un palacio igual al que tenía el Rey español Carlos V.
La madre del Conde de Buenavista había dispuesto que una vez que alcanzara la mayoría de edad se fuera a vivir al palacio.
No lo pudo hacer, murió de niño; no hay registro de la enfermedad que le quitó la vida. Existe la versión de que fue víctima de una epidemia para la que, en los primeros años del siglo XIX no existía vacuna.
Por eso el palacio nunca pudo ser habitado por el Conde de Buenavista y nadie de la familia quiso ocuparlo.
El palacio, actual Museo Nacional de San Carlos, cambió de dueño y fue habitado por distintos personajes.
Fue sede de la embajada inglesa.
Antonio López de Santa Anna, político y militar, quien fuera once veces presidente de México, amuebló con lujo el palacio, solo para utilizarlo en sus vacaciones de verano.
El emperador Maximiliano decidió darlo como regalo de bodas a la pareja formada por el mariscal francés Francois Achille y Josefa Peña Azcarate, con una cláusula que establecía que cuando desocuparan el palacio, volvería a ser propiedad de la nación.
También fue sede de la Lotería Nacional y de la fábrica de cigarros Tabacalera Mexicana, hasta que el gobierno decidió convertirlo en museo representativo del arte europeo, guía e inspiración para artistas mexicanos en el siglo XIX.

El hoy Museo Nacional de San Carlos cuenta con la colección de arte más importante de América Latina, dos mil 700 pinturas, grabados y dibujos.

Arturo Zárate Vite

 

 

Es licenciado en periodismo, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con mención honorífica. Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal. Más de dos décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político. Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio. Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.

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