Acabo de ver la película “Campeones”. Es un testimonio, como muchos otros, de que los mexicanos podemos llegar a la cima, a los más alto. Así ocurrió en Perú en 2005, en el deporte, en el futbol. Esfuerzo, sacrificio, dedicación, disciplina, perseverancia, ansias de triunfo, equipo y madera de campeón.
Fue el año en la que por primera vez, la llamada selección sub-17, bajo la conducción del entrenador Jesús Ramírez hizo saborear y disfrutar a los mexicanos aficionados al futbol, las mieles de un campeonato mundial, con jugadores como Carlos Vela, Héctor Moreno, Ever Guzmán y Giovani Dos Santos.
Todos y cada uno de los que integraron esa selección, su entrenador, fijaron en su mente no solo la meta de ser campeones, sino de trabajar para lograrlo. No eran jóvenes improvisados cuando llegaron a Lima, Perú. Antes habían sido sometidos a una preparación rigurosa, sin complacencias. En el camino se quedaron quienes sufrieron una lesión o creyeron que podían combinar la fiesta con el deporte.
De acuerdo con el guión de la película, los muchachos tenían origen modesto, sencillo, no eran de familias adineradas. Había quienes no contaban en sus casas con recursos para comer tres veces al día o los tenis tenían que compartirlos con hermanos.
El entrenador fue clave, porque procuraba perfeccionar cualidades físicas de sus jugadores y alimentaba la mentalidad ganadora del equipo. Es lo que explica que en la final de ese mundial de futbol hayan vencido a Brasil 3-0.Cuando se quiere, se puede, pero por supuesto que va pordelante la preparación, intensa, auténtica, en todos los sentidos. Hay que ver la película para recordar de lo que somos capaces los mexicanos, cuando hay voluntad, honestidad, aprendizaje y un buen director técnico. Sin inventar historias mediáticas ni pregonar rollos demagógicos. Tampoco campañas falsas ni plantear incongruencias, mucho menos ofrecer resultados mágicos.
Está próximo el campeonato mundial de futbol en Rusia. Lo que escucho en la comercialización mediática son expresiones que pretenden hacer creer que la selección mexicana tiene posibilidades de coronarse. No se puede aspirar a campeón, cuando no se ha tallado la madera para lograrlo, cuando todos han visto el nivel del equipo en la etapa de preparación.
La simple ilusión no hace campeones de futbol ni tampoco la demagogia le puede dar a México el mejor presidente en la elección del 1 de julio. México requiere un gobernante preparado, no un candidato vendedor de sueños, solo para ganar votos.
La película “Campeones” se estrenará en 600 cines el 18 de mayo.
Madera de campeón electoral
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