La Comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI), en atención a principios constitucionales de igualdad y no discriminación, estaría representada en la próxima legislatura en la Cámara de Diputados.
De acuerdo con la resolución SUP-RAP-121/2020 del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el Instituto Nacional Electoral (INE) deberá garantizar la postulación de personas integrantes de grupos que históricamente han sido marginados.
La resolución es específica por lo que se refiere a indígenas y personas con discapacidad para que sean tomadas en cuenta en las candidaturas a diputados que hagan partidos y coaliciones de partidos. Los indígenas tendrían nominaciones de mayoría relativa en 21 distritos, más nueve de representación proporcional.
En el caso de las personas con discapacidad, corresponderá al instituto precisar los lineamientos. Considerar que en la actualidad el grupo solo tiene una senaduría y una diputación, aun cuando su población en el país es de 7.8 millones.
La comunidad LGBTTTI no está citada como tal en la resolución del tribunal, sin embargo, del mismo texto se desprende que tendría que considerarse.
Para la sala superior del TEPJF la “población nacional está conformada pluriculturalmente, y no solo por hombres y mujeres o por personas con discapacidad sino por una diversidad de género, de edad, de condición social, de origen étnico, entre muchos otros géneros que ameritan contar con una representación efectiva en órganos legislativos, como es el caso de la Cámara de Diputados”.
Ordena al INE “determine los grupos que ameritan contar con una representación legislativa y de inmediato diseñe las acciones o medidas afirmativas necesarias y efectivas tendentes a lograr la inclusión de representantes populares de esos grupos o comunidades, mediante la postulación de candidaturas por los partidos políticos o las coaliciones, en el entendido de que necesariamente deberá incluir a las personas con discapacidad y podrá hacerlo con todos aquellos que considere pertinente o que racionalmente puedan alcanzar un grado de representación en la Cámara de Diputados”.
Según el INEGI, la comunidad LGBTTTI tiene una población en México de 7.5 millones, el seis por ciento de 124 millones de habitantes. Se encuentra entre los 10 países con mayor número de no heterosexuales.
Como lo establece la resolución del tribunal, correspondería al INE decidir los grupos que deberá de incluir.
El tribunal dejó en claro que se trata de medidas temporales y razonables, “acciones afirmativas”, acordes con principios constitucionales. Incorporarlas a la ley sería responsabilidad del poder legislativo.

Ha vivido varias etapas en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Ha sido tres veces diputada, actualmente senadora.
La más longeva en la historia de México, ningún otro hombre o mujer a llegado a su edad como legisladora: 90 años de edad.
Ifigenia Martínez Hernández.
Lo que voy a contar de ella, nunca antes se ha escrito en un periódico ni se ha dicho en medio electrónico. Tampoco en redes sociales.
Son lecciones de vida que la describen como mujer lúcida, inteligente y congruente.
Fue la primera mexicana con estudios de posgrado por la Universidad de Harvard. Doctora en Economía, maestra de políticos de distintos partidos.
Mujer distinguida por su belleza y sus conocimientos.
En los setentas, por su destacada trayectoria como economista, el PRI la hace diputada federal. Le asignan la presidencia de la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.
Como presidenta de dicha comisión, votó en contra de una iniciativa del entonces presidente de México, José López Portillo.
La diputada Ifigenia Martínez optó por ayudar a los jornaleros agrícolas, inconformes con la política de gobierno hacia el campo. No se alineó como lo hicieron sus demás compañeros de partido.
José López Portillo le reclamó a Muñoz Ledo, quien era dirigente del PRI, por permitir que la diputada Ifigenia Martínez votara en contra de la propuesta del presidente. Porfirio la defendió por votar en conciencia y razonadamente. Destacó sus ideales y congruencia.
Cuando termina su periodo como diputada, el presidente López Portillo intentó hacerla subsecretaria, pero en ninguna secretaría la querían. No la querían por su rigor académico, por su inteligencia y porque sabía defenderse. El mismo presidente llegó a decirle que era difícil colocarla en alguna dependencia, por ser muy exigente con su trabajo y con sus compañeros.
Por fin le encuentra lugar. López Portillo la hace embajadora adjunta de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El embajador titular era su amigo Porfirio Muñoz Ledo.
En esta etapa se fortalece la amista entre Ifigenia y Porfirio. No solo se tratan como grandes amigos, sino como hermanos.
Ifigenia Martínez Hernández fue fundadora del PRD. En su casa de Coyoacán en la Ciudad de México se reunían los perredistas.
Frente a donde se sentaba, ponía un grillo de plata. Decía que la grilla se hace de noche.
También tenía el detalle de colocar una fotografía de Benito Juárez en su sala, porque sabía de la admiración de Andrés Manuel López Obrador por el benemérito de las Américas.
La ahora senadora fue amiga del cubano Fidel Castro. En el 2004 viajó a la isla de Cuba con el encargo de entregarle un reconocimiento a Fidel. La medalla Benito Juárez. La maestra llegó a Cuba acompañada de su familia.
Después de la solemnes ceremonia, Ifigenia, sus hijos y nietos regresaron al hotel. Eran las ocho de la noche. Mandó a dormir a toda la familia. La maestra se fue a la cena con el comandante Fidel Castro y todo su gabinete. Ifigenia retornó al hotel a las tres de la mañana.
La maestra ha sido candidata a recibir la medalla Belisario Domínguez, la máxima presea que otorga el Senado.
Sin duda, Ifigenia Martínez Hernández, personaje que ha trabajado varias veces en el Palacio Legislativo de San Lázaro, es una mujer de Estado.

El Instituto Nacional Electoral (INE) si logra que sus lineamientos o reglas para la reelección de diputados se apliquen en las elecciones del próximo año, en vez del acuerdo aprobado por mayoría en la Cámara de Diputados, pondría en jaque al grupo parlamentario del Partido Encuentro Social.
Sus 10 diputados y 13 diputadas, no podrían reelegirse, porque las reglas que plantea el INE establecen que solo pueden considerar esta opción si lo hacen por el mismo partido. Encuentro Social perdió su registro en el 2018, al no alcanzar el tres por ciento de la votación nacional en ninguna de las elecciones (diputados, senadores y presidencia de la República). A pesar de ello, ganaron 23 curules de mayoría relativa.
Cierto que el mismo grupo político acaba de volver a obtener su registro, con otro nombre, similar pero no igual. Ahora la “nueva” organización se llama Partido Encuentro Solidario (PES). Las mismas siglas, nada más que ahora no es “Social” sino “Solidario”.
En este contexto, con las reglas del INE, en caso de ser aprobadas y ratificadas por la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el PES tendría que considerar otros candidatos, los actuales diputados quedarían anulados porque en 2018 el partido tenía otro nombre.
Claro, si se impone el acuerdo aprobado por la Cámara de Diputados, los 23 legisladores no tendrían ningún impedimento para reelegirse, lo podrían hacer por el PES o por cualquier otro organismo político. Tampoco estarían obligados a tratar de reelegirse por el distrito en el que compitieron hace tres años, tendrían la opción de cambiar.
El caso del PES es especial, porque en los hechos, salvo por la variación en el nombre, los militantes y dirigentes de 2020 son los mismos de 2018. Sin embargo, tendrían que sujetarse a las reglas que finalmente apliquen.
Los legisladores pesistas estarían cruzando los dedos para que prevalezca el acuerdo aprobado por todos los grupos parlamentarios. Tendrán que esperar a que se resuelva la controversia jurídica que está en puerta, porque evidentemente el INE va a seguir adelante con su proyecto de lineamientos.
La consejera Claudia Zavala, presidenta de la Comisión de Prerrogativas, ya anticipó que medirán el alcance jurídico del acuerdo de los diputados. Marcó la diferencia entre un acuerdo y ley. Lo que aprobaron los diputados no fue reforma a ninguna ley, no es ley y por lo tanto no tiene dicho rango.
No pasará mucho tiempo para conocer el resultado de este diferendo. Llegará a la cancha de los magistrados del TEPJF.
Por lo pronto hay que decir que esto es un preludio de cómo se avecinan los jaloneos entre partidos y autoridades por las elecciones del próximo año. No olvidar que también está en el terreno judicial la decisión del INE para que los partidos, por obligación, nominen a mujeres en siete de los 15 estados donde habrá elección de gobernador. En el Senado, donde la mayoría es coordinada por Ricardo Monreal, es visto como un exceso en la interpretación del criterio para la equidad de género.

La estrella de Porfirio Muñoz Ledo ya no brilla como en sus mejores tiempos, como cuando despuntaba como presidente del PRI, como parte de la Corriente Democrática al lado de Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez o como dirigente nacional del PRD.
Tampoco se puede dejar de mencionar su paso por las secretarías del Trabajo y de Educación Pública, ni su trayectoria como diplomático y mucho menos como legislador, senador y diputado. Tampoco su aspiración fallida a gobernar Guanajuato y más atrás, por un instante, la idea de ponerse la banda tricolor como presidente de México.
Personaje de larga historia, con bajas y altas, incomparable. Por méritos propios alcanzaría el nivel de estadista.
La estrella que ya no brilla en toda su intensidad, le alcanza para competir por la presidencia de un tercer partido político, de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Tampoco está opaca y lejos de entrar a la oscuridad, ilumina lo suficiente para llamar la atención de sus compañeros.
Suma 87 años de edad. Solo el paso de los años ha podido minar su fortaleza física, como sucede con todos. Imposible tener la vitalidad de un jovencito. El precio que nadie se salva de pagar. Sin embargo, su lucidez, ya la quisieran veinteañeros, treintañeros y cuarentones. Expone y razona como pocos en la política nacional, lo que de ninguna manera quiere decir que sea perfecto.
Estuvo al frente del PRI en los tiempos hegemónicos del partido de Estado, cuando no era preocupación democratizarlo. Incluso en esa etapa el priísmo canjeó una senaduría por el gobierno de Nayarit. Había perdido la elección estatal con el Popular Socialista. El líder socialista Jorge Cruickshank García aceptó a cambio seis años en el Senado.
Como presidente del PRD no consiguió armonizar las “tribus” que hay al interior del partido. Hasta la fecha, por sus pleitos y fisuras, han sido la parte débil de la organización.
Ahora suspira por la dirección de Morena, partido que ha reproducido el fenómeno perredista de las tribus, todos contra todos, al grado de que tienen que resolver su proceso de elección con una encuesta organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE).
El candidato a vencer es el diputado Mario Delgado, encaminado para que gane la encuesta y la presidencia de Morena, pero nada es hasta que es, como dice el controvertido filósofo de Güemes.
Si llegara a ganar Porfirio Muñoz Ledo, impondría récord mundial, por ser el político que ha dirigido tres partidos.

Gerardo Fernández Noroña sufrió falta de recursos y de seguidores cuando empezó a protestar en las calles de la Ciudad de México. Prácticamente para los medios pasaban desapercibidas sus acciones. No lograba convocar gente ni para sus manifestaciones ni para sus conferencias de prensa.
A veces se le veía actuar solo, como cuando se aventaba al paso del presidente de la República Ernesto Zedillo, se tiraba al suelo, sin que nadie más hiciera lo mismo. Por su complexión y altura, tenía cierta complejidad moverlo, aunque no para el personal del Estado Mayor Presidencial. Dos elementos del mismo tamaño lo cargaban y lo colocaban en otro punto. Me tocó ver la escena una vez en Zócalo. En en otra ocasión en la Secretaría de Gobernación.
En la Segob, en la puerta de la calle de Abraham González, llegó con cinco o seis compañeros. Empezó a preguntar por los demás. Alguno le comentó que no tenían dinero para desplazarse. De cualquier manera, la protesta se realizó. Una hora después cuatro personas lo cargaban en la explanada de la secretaría, supuse que hacia una de las salidas.
Su estilo era tirarse al suelo y por eso no faltó que alguien lo bautizara como “el señor de los suelos”.
Una vez que se convirtió en diputado y formó parte de la bancada del PRD, dejó de tirarse al suelo. Tenía fuero y podía decir lo que quisiera en tribuna. Es polemista y en ocasiones hasta con su propia gente. Habilidoso para zafarse de enredos.
Ahora como diputado del PT ha tenido que aguantar reclamos en la vía pública. En las redes sociales no vacila en responder cualquier descalificación y es pertinaz crítico de las acciones de la derecha.
Si alguien supo contenerlo fue su compañero diputado, por Morena, Porfirio Muñoz Ledo, desde la presidencia de la mesa directiva de la cámara. La experiencia y sabiduría política de Muñoz Ledo lo apaciguó en el salón plenario. Nunca más volvió a darle lata. Se tomaron un café e hicieron las paces. Noroña enfocó sus baterías hacia otro punto.
Gerardo Fernández Noroña ha llegado a considerar la posibilidad de ser candidato a la presidencia de la República, sin encontrar eco suficiente a sus aspiraciones y mucho menos apoyo de algún partido.
Sorprendió en la reciente selección de consejeros electorales, porque en contraposición con el académico John Ackerman que había criticado la trayectoria de Carla Humphrey, Noroña defendió a quien ya forma parte del Consejo General del INE.
En esta era de la pandemia y en vísperas de que se abra un nuevo periodo ordinario de sesiones del poder legislativo, pretende ser presidente de la mesa directiva de los diputados, aunque para ello tendría que pisotear la voluntad de la sociedad que nunca hizo al PT tercera fuerza política en la cámara.

 El Palacio Legislativo, construido donde antes estaba la estación de ferrocarril de San Lázaro, fue inaugurado el 1 de septiembre de 1981.
La idea original era que ahí también estuviera la sede del Senado de la República, pero los senadores prefirieron quedarse en la antigua casona de Xicoténcatl, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, que después dejaron para sesionar en el edificio de paseo de la Reforma e Insurgentes.
El Palacio ha registrado todo tipo de sobresaltos, dentro y fuera del recinto. Estos son 10 hechos que lo han marcado.
Se incendió el 5 de mayo de 1989. Los diputados tuvieron que buscar temporalmente recinto alterno, sesionaron en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional.
Hay una anécdota del periodista y poeta Carlos Martínez sobre este episodio. Pasaba por el lugar en taxi, camino a su casa, poco después de la medianoche. Vio las llamas, se bajó del auto y empezó a reportear. Asegura que alcanzó a ver a dos personas correr. No contaba con celular, buscó el teléfono público; marcó a la redacción de su periódico, le contestó el policía para decirle que ya todos se habían retirado. Hasta el día siguiente escribió la información. Todavía no había redes sociales para difundir de inmediato la noticia.
En 1988 Porfirio Muñoz Ledo, actual diputado, sacudió los cimientos políticos del salón plenario, en la ceremonia del sexto informe de gobierno del presidente Miguel de la Madrid Hurtado. Porfirio solicitó la palabra para interpelarlo, quería hacerle una pregunta al presidente sobre las elecciones de ese año. Se hizo escándalo. Porfirio y su grupo salieron del palacio entre gritos y empujones.
El 9 de septiembre de 1988, con la tribuna ocupada por la oposición, rodeado, codo con codo, por adversarios y compañeros de su bancada, José Murat, padre del actual gobernador de Oaxaca, leyó el dictamen que declaraba válidas las elecciones que oficialmente ganó el PRI. Hubo manotazos y agresiones verbales.
En 1995, Margarita López Portillo entrega a la Cámara de Diputados el que fuera medallón de Sor Juana Inés de la Cruz, patrimonio de la nación que por varios años estuvo en manos de doña Margarita, hermana del presidente José López Portillo. Ella adoraba todo lo que tuviera que ver con Sor Juana. El medallón, ahora está en una vitrina del museo legislativo, en el palacio de San Lázaro.
En marzo de 2001, llegan los zapatistas al Palacio Legislativo de San Lázaro, el EZLN. La tribuna de los diputados fue utilizada por la comandante Esther, en sesión de comisiones unidas de asuntos indígenas, estudios legislativos y puntos constitucionales. Había diputados y senadores en el lugar. Se llegó a decir que el mismo subcomandante Marcos, sin pasamontañas, caminó por los pasillos del palacio.
En el 2002, entran a caballo barzonistas, encabezados por el actual diputado y dirigente de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar. Llegaron hasta el vestíbulo del palacio y a punto estuvieron de tirar una puerta que conduce al salón plenario. De esa manera protestaron contra la política agropecuaria.
En el 2005, el seis de abril, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien entonces era jefe de gobierno de la Ciudad de México, se defiende del juicio de desafuero. Existía la presunción de que no había acatado el mandato judicial en relación con la expropiación de un terreno llamado “El Encino”.
En septiembre del 2006, el presidente Vicente Fox no pudo leer en el palacio legislativo de San Lázaro su sexto y último informe de gobierno. La tribuna estaba tomada por diputados perredistas, inconformes con el resultado de la elección presidencial. Vicente Fox tuvo que resignarse y solo entregar el documento en el vestíbulo del recinto legislativo. Y en diciembre del mismo año, ante protestas de la oposición, Felipe Calderón tuvo que entrar por la parte de atrás de la tribuna para poder rendir protesta como presidente.
En el 2009, el Palacio Legislativo de San Lázaro se vio obligado a cerrar sus puertas, semana y media, por la influenza H1N1. Oficialmente, en el palacio, no se reportaron contagiados ni fallecidos por esa pandemia.
En contraste, en este 2020, el Coronavirus ha contagiado a más de una treintena de empleados y diputados.
Las actividades legislativas se restringieron desde el 20 de marzo y poco a poco avanzan hacia la nueva normalidad.
Sin duda, hechos que han marcado la historia del Palacio Legislativo de San Lázaro.

Ha entrado en la recta final la selección y elección de cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), actividad pendiente de la Cámara de Diputados. En esta semana se conocerán las cuatro quintetas seleccionadas por el comité evaluador y el 22 de julio se realizaría la sesión extraordinaria para que los legisladores, al menos las dos terceras partes de los asistentes en el salón plenario, determinen con su voto quienes son los afortunados.
Dentro del grupo de aspirantes está la reportera Heriberta Ferrer Arias.
Sería la primera vez que un perfil como el suyo llegara a formar parte del Consejo General del INE.
Es cierto que en el historial del IFE, ahora INE, existe gente que escribe o habla en medios de manera regular, articulistas que han alcanzado el puesto de consejero o consejera, pero nunca hasta ahora una reportera o reportero, de los que buscan y difunden la noticia día a día
Heriberta Ferrer cuenta con licenciaturas de periodismo y estudios latinoamericanos; maestría en periodismo político. Ha laborado en los periódicos El Universal, El Financiero y el Economista. Ha sido asesora de diferentes legisladores en el Senado y en la Cámara de Diputados. También consejera electoral distrital.
Su desempeño como reportera le permitió relacionarse con representantes de todos los partidos políticos y conocer el funcionamiento de los organismos electorales, de los tribunales y el INE.
En la etapa de evaluación legislativa ha reafirmado que domina la materia electoral, así que si llega a consejera del INE, sería por méritos propios.

Es indiscutible la importancia de las alianzas electorales, pueden ser clave para ganar elecciones. Seguro que el actual senador y político veracruzano, fundador de Convergencia, ahora Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, lo sabe. La alianza y un candidato popular, fórmula ideal.
Dante tiene larga trayectoria, experiencia sobrada, con altas y bajas. Inteligente, respetado, con raíces priístas que cortó para fundar su propio partido. Negociador y conciliador. Supo sacar provecho a la acusación de que había desviado recursos en su estado, donde fue gobernador interino. Fue absuelto y regresó fortalecido a la política.
Calculador, medido. Su partido se ha consolidado, no ha pasado apuros para conservar su registro y Jalisco se ha convertido en su principal bastión. Recuerden que en 2018 el PAN estuvo feliz de haberlo sumado a la causa del Ricardo Anaya, fue evidente el reconocimiento y respeto que le tenía el mismo candidato presidencial, atendía y escuchaba al veracruzano. Fueron parte de una alianza insuficiente para vencer a un candidato popular como Andrés Manuel López Obrador. Anaya, preparado, hábil, pero sin la popularidad que se requería en ese año, aunque tampoco hay olvidar que los azules se dividieron.
En contraste, López Obrador, a diferencia de lo que le había sucedido en 2006, cuando no pudo conseguir el apoyo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ni insistió en sumarlo, en el 2018 buscó la alianza hasta de gente que no estaba identificada con los principios de su partido. Consciente de su popularidad, lo que le faltaba era una alianza sólida, que le diera votos. Por eso, además del PT, se esmeró en incorporar a su campaña al naciente partido Encuentro Social, con características religiosas. No objetó a nadie que quisiera ayudarlo en su proyecto, aunque llegaran con un pasado controvertido.
Ejemplo de la importancia de la alianza y el candidato popular o con un perfil imán para los electores.
Por eso, hasta cierto punto, extraña que Movimiento Ciudadano se haya apresurado a rechazar la oferta que le había lanzado el PAN para las elecciones del próximo año. Procuró el respeto, pero el no es no. En vez de darse más tiempo, decir que analizaría la propuesta y que más adelante resolvería, optó por el cortón, aunque en política ninguna negativa es para siempre.
Además, ahí está Dante, coordinador de senadores, experto en negociar y conciliar.
Entonces, ¿por qué el inmediato rechazo?
Movimiento Ciudadano ha crecido y ahora tiene hasta un personaje que puede dar pelea en el 2024, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien se ha convertido en figura con alcance nacional.
Sin embargo, si se quiere aumentar las posibilidades de éxito electoral, está probado que no se puede ni debe subestimar a ningún potencial aliado, salvo que se peque de arrogancia.

Habían pedido velas para el pastel, como en los tiempos previos al Coronavirus, cuando el festejado o festejada podía medir la fuerza de su soplido. El momento para que uno de los bromistas se colocara estratégicamente atrás del cumpleañero y en la primera oportunidad empujarle la cabeza haría el merengue, en la acostumbrada “mordida”.
A nadie le importaba que con el soplido, gotas de saliva fueran al pastel y mucho menos que con la cara impactada en el merengue, quedaran rastros de sudor o hasta de un cabello. La insalubridad, lo de menos; lo importante era la celebración, las risas por el improvisado payaso o mimo con la cara blanca, rosa, azul o del color que fuera la crema.
Otros tiempos. La pregunta de hoy: ¿y para qué las velas? Nadie va a querer que las enciendan y si las encienden nadie va a querer que las apague, por el riesgo de contagio viral. La “mordida”, descartada. Cero voces clamando ¡mordida! ¡mordida! Palabra prohibida, salvo que alguien tenga la idea de echar a perder el pastel o que nadie coma.
Las velas se encendieron, empezaron a cantar las mañanitas. Vendría el soplido. El reducido grupo expectante. ¿Cómo las apagará? Pronto vino la respuesta. Levantó el brazo derecho (¿sería conservador?), extendió la palma de la mano, una especie de abanico, empezó a moverla de izquierda a derecha, cada vez con más rapidez, energía limpia, viento eólico, hasta extinguir el fuego.
Obligada creatividad por el Coronavirus, nueva forma para apagar el pastel, aunque nunca faltará el obstinado y necio, como en la política, que quiere hacer las cosas a su manera, para acabar con el fuego de un soplido, con todas sus consecuencias.
Y a propósito de la política, de las cámaras legislativas, de los diputados y senadores, ¿Cómo se van a sentar en sus curules y escaños? ¿habrá sana distancia? ¿tendrán espacio en sus salones plenarios para que aplique la sana distancia? ¿se van a saludar de mano? ¿evitarán en beso en la mejilla? ¿habrá quienes se atrevan a darse un abrazo? ¿usarán cubrebocas? ¿guantes? ¿careta? ¿pruebas médicas rápidas para detectar con oportunidad al contagiado, si es que alguno tiene esa mala fortuna? ¿tendrán gel antibacterial a la mano para limpiar sus lugares? ¿utilizarán el botón electrónico, que también puede ser contaminante o preferirían votar con el brazo levantado? ¿organizarán conferencias de prensa con un cerco plástico? ¿manejarán sus autos o utilizarán al chofer para llegar a los recintos legislativos?
La normalidad ya no será la misma a la que estaban acostumbrados. El Coronavirus tiene predilección por los de la tercera edad, aunque nadie está exento de ser contagiado.
México necesita que todos empiecen a cumplir su trabajo y a los legisladores, en particular a los de la mayoría, ya se los dijeron y pidieron desde Palacio Nacional.

La senadora Mónica Fernández Balboa tiene razón, la ley va por delante, no puede ni debe supeditarse a un acuerdo o arreglo político. Desdice del lugar donde se hacen las leyes. En el poder legislativo sobran ejemplos de lo que sucede cuando un grupo parlamentario pierde el mínimo de cinco integrantes. Deja de ser visto de esa manera y sin prerrogativas como colectivo, presupuesto.
En otras legislaturas, para conservar el beneficio, lo que han hecho grupos parlamentarios cuando uno o dos de sus compañeros se van, para recobrar la quinteta, cabildean y piden el apoyo de otras fracciones, préstamo de diputados o senadores que le faltan. Ese ha sido el camino tomado para evitar incumplir el marco legal.
Argumentar que el PRD y PES empezaron con cinco miembros y que por lo tanto podían conservar su etiqueta de grupo parlamentario, fue un exceso, con el que los coordinadores estuvieron de acuerdo. De lo contrario, hubieran protestado en su momento.
Llegaron a un arreglo y todos calladitos. Las minorías, la oposición, se miraron en ese espejo, no descartaron vivir una situación similar (el mundo da vueltas) o se convencieron de que concedían un favor que después podrían cobrar. La mayoría en el Senado, Morena, creyó que tendría amarrado el voto de los beneficiados, en particular del PRD, porque en el caso del PES, sus integrantes saben a quien le deben estar en esa Cámara.
El acuerdo o arreglo se quebró porque el PRD no ha jalado con Morena en el momento más crítico del grupo en el poder. Ha preferido formar bloque con la oposición.
La mayoría concluyó que ya no le servía darle vida como grupo al PRD. Para no dejar huella de que la medida era una represalia, le aplicó la misma receta a sus aliados de Encuentro Social.
Para la presidenta de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, senadora Mónica Fernández Balboa, fue sencillo desconocerlos como grupo, aplicó la ley. Como ella dijo, “ningún acuerdo ni arreglo puede estar por encima de los ordenamientos legales”
Argumentar que se pierde pluralidad, resulta exagerado, porque quienes dejan de pertenecer a un grupo, pueden quedarse con la camiseta puesta, la de opositores y votar en ese sentido.
La lógica y la ley dicen que el anuncio de la senadora es irreversible, aunque en política, ya lo hemos visto, hay quienes son capaces de vender su alma al diablo con tal de recuperar privilegios.

Como a muchos, a diputados y senadores se les ha acumulado el trabajo, por la emergencia provocada por la pandemia. La videoconferencia o comunicación virtual no ha sido suficiente para ponerse al día, pero tendrán que perfeccionarla, para hacerla más ágil, efectiva y poder legislar en circunstancias adversas como las que vive el mundo.
El recurso de las nuevas tecnologías debe volverse práctico, para que el trabajo no se paralice ni aumente el rezago. Hay pendientes que no se pueden posponer, porque tienen tiempos fatales.
Hay que sacarle provecho al uso de la comunicación virtual, es el futuro; adecuar el reglamento de operación legislativa, no rehuirle a la modernidad.
Si ya hay empresas que empiezan a considerar como opción el trabajo en casa, los legisladores no se pueden quedar atrás; para casos de emergencia o por cualquier otro motivo extraordinario, en principio.
El tiempo no se detiene. Es cierto que hay un “reloj legislativo”, que se ha podido ajustar para salvar plazos fatales, términos legales, pero no funciona en todos los casos, salvo que se quieran correr riesgos de operación en instituciones claves para el país y su democracia.
Por ejemplo, la Cámara de Diputados tiene pendiente elegir cuatro consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE). Se retrasó el procedimiento por el Coronavirus, entendible y justificable. Ingrediente extra es que 12 aspirantes eliminados se inconformaron con la fase tres de evaluación (examen escrito de conocimientos electorales), entre ellos Jorge Alcocer, titular de asesores en la Secretaría de Gobernación.
Faltan entrevistas a 60 seleccionados (30 hombres y 30 mujeres), integración de cuatro quintetas y votación del pleno de diputados (dos terceras partes de los asistentes).
El Consejo General del INE ha venido funcionando con siete consejeros y hay quien cree que así puede seguir y que hasta podría considerarse comprimir este órgano electoral. El argumento es muy frágil, porque hay tiempos y una ley que se debe cumplir.
Elecciones en el 2021 y el llamado año electoral, por ley, empieza el próximo septiembre, para armar la organización de la contienda. Entonces, apenas alcanzaría para cumplir con lo que marca la legislación, no para cambiar reglas del juego.
Antes de septiembre, el INE tiene que atender diversas tareas, que de no hacerlo, producirían un efecto domino, que terminarían por desajustar otras funciones.
Definir si hay o no organizaciones que hayan hecho lo indicado por ley para obtener su registro como partido y competir en las elecciones del próximo año.
También organizar las elecciones locales de Hidalgo (alcaldes) y Coahuila (diputados), que se pospusieron por la misma emergencia. Se realizarían a finales de julio o en las primeras semanas de agosto.
Por ley, antes de octubre, tendría que culminar el proceso de elección de 46 consejeros de Organismos Públicos Locales (Oples) en 18 estados. Y para poder elegirlos, se requiere el voto de al menos ocho consejeros del Consejo General del INE (en este momento hay siete).
Pendientes insoslayables con tiempo de caducidad.

Arturo Zárate Vite

 

 

Es licenciado en periodismo, egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con mención honorífica. Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal. Más de dos décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político. Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio. Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.

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