En México nunca una mujer ha llegado a la presidencia de la República. El PRI, durante 70 años en el poder, optó siempre por la candidatura masculina. No se recuerda que alguna vez haya intentado nominar a una mujer. El PAN propuso a Josefina Vázquez Mota en el 2012, pero perdió, quedó en tercer lugar. Y el PRD, tampoco ha postulado candidata.
Los partidos pequeños, algunos ya desaparecidos, han propuesto mujeres. Ninguna cerca de ganar. La primera fue Rosario Ibarra con el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Siguió Cecilia Soto con el Partido del Trabajo. Marcela Lombardo por el Partido Popular Socialista. Y Patricia Mercado por el Social Demócrata. Margarita Zavala, ex panista, compitió sin éxito como independiente.
En la actualidad, en términos de beisbol, el presidente Andrés Manuel López Obrador tendría una novena femenil, con posibilidades para competir en el 2024.
Su cuarto bat y primera base sería Claudia Sheinbaum, doctora en ingeniería ambiental, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, ex delegada de Coyoacán. La más mencionada en medios.
Tatiana Clouthier, la hija del “Maquío”, sería su pitcher o lanzadora estrella. Secretaria de Economía. Maestra en administración pública. Fue coordinadora de campaña del ahora presidente de México.
Rosa Icela Rodríguez, egresada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, en la tercera base, para atajar los batazos que llevan mucha fuerza. Altamente confiable y leal. Si llega a tener éxito como secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, estará en la recta final por la nominación de Morena.
Rocío Nahle, ingeniera petroquímica, en paradas cortas, “shortstop”. No la tiene fácil en su sector con dos empresas cuestionadas como CFE y Pemex. De su actuación dependerá confirmarse como presidenciable.
Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, sería la bateadora designada, solo para ir a la caja de bateo en su turno y tratar de dar hit oportuno. Ministra en retiro, abogada egresada de la UNAM, notaria, pasara a la historia como la primera jefa de política interior. Es la mayor del equipo, 73 años.
Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, doctora en Ciencia Política, en la posición de cácher o receptor, alerta para que no se le escape ninguna pelota lanzada por el pitcher y nadie le robe la segunda base.
Luis María Alcalde, secretaría del Trabajo, la más joven, 33 años de edad, en el jardín central, con rapidez para desplazarse hacia la izquierda, a la derecha o profundo del parque. Alcanzaría los 35 años antes del 2024, requisito para poder competir por la presidencia. Es maestra en Derecho por la Universidad de California.
María Luisa Albores, secretaria de Medio Ambiente, chiapaneca, ingeniera agrónoma, empezó en el 2018 como secretaria de Bienestar, en el jardín izquierdo.
Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura, en el jardín derecho, para donde llega menos la pelota.
Solo faltaría cubrir la segunda base, ahí donde se requiere agilidad para hacer doble play o hasta triple play. Podría ser ocupada por próxima gobernadora o legisladora (sujeto a resultado de elecciones 2021), con capacidad para enlaces o conexión de una doble jugada.
La novena femenil del presidente
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