Historia de Juan Manuel, reportero Sociedad Previous Article Diablillo del periodismo Next Article "Zarpazo contra Huachicoleo" Typography Font Size Default Reading Mode Share This Sufrió poliomielitis y vive con esta enfermedad desde niño, la parálisis parcial lo hacía arrastrarse por el suelo. Aprendió a darle fuerza a su físico a través del arte marcial. Estudió periodismo.A Juan Manuel Rentería lo conocí de adulto, cuando ya se desempeñaba como reportero del programa de noticias 24 Horas que conducía Jacobo Zabludovsky, en el canal estelar de Televisa. Tenía la cobertura del Senado de la República y no recuerdo haberlo escuchado solicitar trato preferencial por su condición de persona con capacidad diferente. Actuaba como si no tuviera que apoyarse en muletas para desplazarse por los pasillos legislativos. Y entonces no era prioritario ni autoridad alguna se esmeraba en que los inmuebles públicos contaran con accesos especiales para estos casos. Más de una vez lo vi aguantar largas esperas por una entrevista, recargado sobre sus muletas. Participaba en las ruedas de prensa. Se habría paso para estar cerca del legislador y hacer sus preguntas. Siempre me pareció un buen reportero de la fuente política, sabía identificar cuál era la nota, lo principal. Tenía como auxiliar a Santos Briz Fernández, jovencito que con el tiempo se convirtió en figura de la televisión, autor de las famosas “Mangas del Chaleco”. Santos adquirió experiencia al lado de Juan Manuel, al que ayudaba a cargar la grabadora y a sacar las versiones de lo dicho por el entrevistado. Antes de leer la versión, Juan Manuel, ya había identificado los “inserts” o fragmentos del video que utilizaría para el armado de su nota. Competía por presentar o elaborar el mejor trabajo periodístico. Daba su salida o nombre a cuadro para la televisión, buscaba la forma de cargar el micrófono con el logo de Televisa. Como cualquier otro reportero, estaba en el Senado de lunes a viernes. Pendiente de que no se le fuera a escapar la información importante. Cuando platicábamos, se desenvolvía sin hacer sentir a los demás que era obligado darle un trato diferente por su condición física y muchos menos asumía una actitud para que alguien se compadeciera de su parálisis parcial. Era de las figuras del equipo de reporteros de Jacobo Zabludovsky. Regularmente entraba su información al noticiario. Cuando había viaje de trabajo, reuniones parlamentarias fuera de la ciudad de México, estaba puesto para participar y desplazarse para cumplir su misión como periodista. Desconozco los detalles del problema legal y familiar que ahora enfrenta; sería imprudente hacer juicios, porque para ello, se requiere ser experto o abogado para adentrarse en el expediente. Sin embargo, no tengo la menor duda de sus capacidades como reportero. Ya no trabaja para Televisa, pero hace entrevistas para la televisión en programas financiados por el empresario Víctor González Torres, mejor conocido como el Doctor Simi. Ojalá que pronto su conflicto se resuelva y que organizaciones periodísticas puedan asesorarlo en la vía legal. Previous Article Diablillo del periodismo Next Article "Zarpazo contra Huachicoleo"