Los hijos de "Clark Kent"

Sociedad
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Sus padres lo bautizaron con el nombre de “Clark Kent” por la admiración que tenían al hombre de acero, sin imaginar que con el correr del tiempo su retoño optaría por estudiar y ejercer el periodismo.

Vive en la ciudad de México y trabaja en uno de los diarios de la zona metropolitana, en su sección de espectáculos. Tiene tres hijos, la tercia ya con credencial de elector, por arriba de los 20 años.

Clark, para evitar comparaciones y comentarios hilarantes de amigos, integrantes del gremio o incluso de lectores, utiliza un seudónimo para firmar sus escritos cotidianos sobre el mundo artístico.

Para ir al día sobre lo que hace la competencia, está suscrito a los que considera los tres principales medios impresos y cada mañana se ocupa de revisar la información general, no solo la que tiene que ver con actores, actrices, cantantes y demás estrellas.

Desea y sueña con que sus vástagos destinen tiempo a la lectura de los impresos; trata de motivarlos recomendándoles diversas notas que estima son de interés para cualquier edad.

Sin éxito, sus hijos ni por error toman los diarios.

-¿Ya sabes que Alfonso Cuarón está nominado para el Óscar?, pregunta al mayor de ellos.

-Sí ya se –contesta con enfado.

Y para que no haya duda de que está al minuto actualizado, comenta que la película del mexicano está nominada para 10 premios.

-¿Ya viste el historial fotográfico de José Sulaimán quien se murió ayer? -pregunta a otro de sus hijos, intenta despertarle la curiosidad y le añade que hay una foto de cuando el directivo del boxeo internacional era niño, con la esperanza se que se anime a tomar el diario.

-Desde ayer vi las fotos.

Clark hace un intento más, ahora con el tercero de sus herederos.

-¿Te enteraste de que la Corte autorizó al rastreo de teléfonos celulares?

-Acabo de leerlo, ¿crees que no se?

Y efectivamente, los tres están informados, pero no por la lectura de los periódicos, sino a través de Internet.

El teléfono celular sólo lo sueltan cuando tienen que bañarse o están frente a la computadora. Duermen con el Internet, con los portales, con los mensajes cortos, Facebook  y tweets.

Son sus medios preferidos.

Clark está a punto de darse por rendido, porque ningún argumento le ha funcionado para conseguir que sus hijos tomen los periódicos.

Vivimos el tiempo de la computación e Internet.

De acuerdo con encuesta 2013 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México  49.4 millones usan computadora y según cifras del Consejo Nacional de Población de ese año ya somos 116 millones de habitantes.

Es decir un poco menos de la mitad tiene ese acceso; lo ideal sería que la mayoría o casi todos. Sin embargo, la cifra es relevante porque además de mantener una tendencia creciente, representa muchos más usuarios que los aficionados a los medios impresos juntos en nuestro país.

De ese total que utiliza computadora, 46 millones están conectados a Internet y el 62.6 de ellos tiene entre 12 y 34 años de edad.

Por comodidad, porque es una herramienta con la que caminan y duermen y los mantiene informados al instante, los jóvenes tienen predilección por enterarse de esa manera.

Eso explica lo que pasa con los hijos de Clark.

Por ello, para ponerse al día y aceptar la nueva realidad, está planeando contratarse con un portal de Internet.

Arturo Zárate Vite

 

 

Maestro en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Titulado con mención honorífica.

Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal.

Más de cuatro décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político.

Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio.

Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.