La carretilla y los mangos

Sociedad
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La carretilla que se utiliza para trasladar tierra, arena, grave y otros materiales para la construcción, ahora sirve para vender mangos y frituras.

Acabo de descubrir el cuidado que tienen los albañiles con la carretilla, especie de media canastilla metálica, con una rueda y dos brazos tubulares.

Sorprendido vi como era guardada bajo llave, en una bodega contigua a la obra. ¿Por qué ese resguardo? ¿Por qué no la dejan con el resto de la herramienta? Porque se la pueden robar.

Cuando era niño, las carretillas las empleaban los adultos exclusivamente para la obra en construcción, para facilitar la carga de materiales. Recuerdo que en la casa había una, no se porqué razón, pero ahí estaba. A falta de un carro de plástico con pedales (en extinción porque ahora son eléctricos), la carretilla era ideal para jugar, cargar al amigo y recorrer el patio. Luego llegaba mi turno. Había que sujetarse con fuerza de los extremos para no caer.

En la actualidad, esas carretillas recorren las calles de la Ciudad de
México, no para transportar grava o arena, sino frutas y botanas, mangos y frituras. Lo que se te ocurra se puede vender para el tentempié a lo largo del día.

Por eso el cuidado que tienen en las obras con esta herramienta, muy apreciada,  tienta a más de uno que sabe de la demanda en el mercado por quienes tienen planes de dedicarse al comercio ambulante.

Hay desde 500 hasta mil pesos por unidad, nuevas. A muchos les parecerá que no es cara y que el precio es accesible, por lo que no se justificaría tomarla sin permiso de las construcciones; sin embargo, para el que vende mangos, es una cantidad que no tiene a la mano y menos cuando empieza en este tipo de negocio. Busca la de menor costo, usada.

Te platico esta historia porque es otra muestra de la inseguridad en la Ciudad de México y de las novedades del comercio callejero. 20 o 30 años atrás, la carretilla se podía quedar sin resguardo en cualquier parte de la construcción. Ahora, no. Es un artículo que tiene demanda. Ruedan las carretillas en las calles, acondicionadas para dedicarse al ambulantaje, manejadas por gente que ha encontrado esa forma para sobrevivir, ganarse unos centavos y tener para comer, al menos.

Innovación popular, expresión de la pobreza en la zona metropolitana, de los que tienen un empleo informal. Venta de mangos cortados en pedacitos y metidos en un  vaso de plástico, con sal, limón y una variedad de chiles, la intensidad del picante al gusto del cliente. Cacahuates, churritos, papas, nueces. Expendedores, casi todos jóvenes, que han abandonado la escuela para ayudar a sus padres con los gastos en casa o para mantener su propia familia. Costo de la crisis.

Se ha sumado a la lista de transportes empleados para vender un producto comestible en la vía publica, como lo hacen el carrito de los camotes y su conocido pitido, el carrito paletero, el triciclo del panadero o del tamalero y la bicicleta del afilador, que hace girar el esmeril al pedalear.

La carretilla salió de la construcción para recorrer calles de la Ciudad de México y de otras ciudades, nuevo transporte del comercio informal.

Arturo Zárate Vite

 

 

Maestro en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Titulado con mención honorífica.

Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal.

Más de cuatro décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político.

Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio.

Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.