Lo que te voy a contar es a propósito de los documentales “Maquío: Rebeldía, Seducción y Tragedia” y “Cárdenas: Oportunidad, Poder, Desolación”, producidos por Azteca Opinión, la barra nocturna de TV Azteca que dirige Benjamín Salinas Sada. Testimonios reveladores sobre la actuación de los protagonistas en la elección presidencial de 1988.
Como reportero de El Universal, en ese año, me tocó acudir a diversos actos del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. También estuve en algunos del Maquío, en su huelga de hambre frente al monumento a la Independencia. En el caso de Carlos Salinas, solo en la Ciudad de México, porque quien lo siguió a todas partes por el Gran Diario de México y terminó siendo amigo del presidente fue mi compañero Fidel Samaniego (QEPD).
Se grabó para siempre en mi disco duro cerebral el rostro nervioso y descompuesto del ingeniero Cárdenas cuando lo enteré de que lo habían echado de su partido el Revolucionario Institucional. Le leí el punto resolutivo de la dirigencia. Esa noche había dado una plática en una casa de Azcapotzalco en la Ciudad de México.
El periódico había sido avisado de que el PRI sancionaría el desempeño del ingeniero, así de que inmediato recibí la instrucción de que no me le despegara y que hablara cada diez minutos a la redacción. Entonces no había teléfono celular, así que prácticamente me adueñé del que tenían en ese domicilio. Estaba más atento al teléfono que a lo que decía Cuauhtémoc a los vecinos.
Ningún otro reportero había en dicho lugar, era tarde. Por fin se dio la noticia, apunté textual el resolutivo priísta en mi libreta, casi justo cuando terminaba la reunión vecinal. Apresuré el paso para acercarme al ingeniero y leerle el punto medular del anuncio. Lo impactó, pasaron varios segundos antes de reaccionar y comentar que revisaría el documento. Salió rápido de la casa. A su fiel escudero, Armando Machorro, le constan los hechos.
La imagen que no olvido del Maquío es cuando estaba sentado en su tienda de campaña frente al monumento al Ángel de la Independencia, en huelga de hambre. La verdad, al verlo, pasado de peso, pensé que tenía dos propósitos su acción, uno de ellos, reducir algunos kilos; el otro, la protesta electoral.
Al escucharlo confirmé que era un personaje de una pieza, con un discurso bien estructurado, sin dobleces, decidido, inteligente, comprensible. Arrió banderas cuando su partido el PAN decidió negociar. Don Luis H. Alvarez, líder panista, me comentó en cortó que por ningún motivo iban a permitir que Cárdenas llegara al poder. Los panistas prefirieron lo que le llamaron la legitimación en el ejercicio del poder del candidato que oficialmente resultó ganador de la elección.
Con estos antecedentes que te cuento, en calidad de testigo de esa etapa de la política nacional, puedo decir que los documentales de investigación periodística que aporta Azteca Opinión son de consulta obligada para historiadores, políticos, jóvenes y sociedad en general.
Son videos que deben estar en universidades, por las revelaciones que hacen sobre el proceso de 1988, como la documentada y detallada caída del sistema electoral, tantas veces negada.
Se que falta la tercera parte, la que tiene que ver con Carlos Salinas. Desde hoy, ya hay apuntados para ver el documental.
Cárdenas, Maquío y Salinas
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