Esta vez la historia que te contaré tiene que ver con la elección del nuevo rector en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la solicitud de cuatro personas para garantizar su derecho a fumar marihuana y la decisión del Senado para que la medalla Belisario Domínguez sea entregada en este 2015 al empresario Alberto Baillères.
Hay en los dos primeros casos un ejercicio de autonomía y en el tercero de mayoría, que evidencian el funcionamiento de las instituciones aludidas y la actuación de sus integrantes.
En la UNAM el término que más se subrayó y repitió fue el de autonomía. Desde que se abrió el proceso interno. Lo mismo hicieron cada uno de los candidatos y con esa palabra se blindó la junta de gobierno de la universidad nacional. No fue electo el que arrancó como favorito, tampoco le funcionó ser el primero en divulgar sus aspiraciones, ni sus méritos, que los tiene, le alcanzaron para convertir en realidad su sueño como académico. Incluso, en la búsqueda de ese objetivo, no vaciló en renunciar al sueldo de subsecretario de gabinete.
Ni siquiera el que hubiera contado con las simpatías del doctor José Narro le garantizaron el triunfo y mucho menos la versión no confirmada de que tenía la bendición de Los Pinos. Por encima de cualquier supuesta presión o interés externo, se impuso la autonomía. La decisión deja sin argumentos a quien pretenda cuestionar el veredicto y sembrar la sospecha de que responde a factores o cuotas ajenas a la casa de estudios.
Enrique Luis Graue es el nuevo rector porque así lo resolvieron los miembros de la junta de gobierno, nadie más. Si acertaron o se equivocaron, se verá en el desempeño del médico. De lo que deben estar orgullosos los pumas es de que se trata de un producto de su autonomía.
La resolución de los ministros de la primera sala de la Corte que se pronunciaron a favor del reclamo y derecho de un cuarteto de ciudadanos a decidir si fuma o no marihuana (asegura que no es adicto), también corresponde a un ejercicio autónomo. Las advertencias de voces oficiales y conservadoras no causaron el impacto que esperaban en los juzgadores. Sin embargo, en este caso, el tema tiene dividida a la población, hay aristas que no están pulidas. El asunto es mucho más complejo, aunque exista una corriente que desde hoy pregone que tarde o temprano se va a legalizar la marihuana, todavía persiste la interrogante de si esto va a beneficiar o por el contrario, ahondar la descomposición social.
En el Senado, la mayoría ha determinado que la máxima condecoración que otorga este cuerpo legislativo, la medalla Belisario Domínguez, sea en este 2015 para Alberto Baillèlres.
Algunos han objetado la decisión porque Don Belisario fue un legislador que se distinguió por defender la libertad de expresión y no le ven cualidades similares al empresario.
Sin embargo, el decreto que en 1953 creó la condecoración señala: “se crea la Medalla de Honor “Belisario Domínguez del Senado de la República para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia y su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra patria o de la humanidad”.
Baillères no solo es dueño de la tienda Palacio de Hierro, de aseguradoras y empresas mineras, también hay que decir que dio vida a la Fundación Mexicana por la Salud y ha contribuido a darle prestigio a la educación superior a través del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Sobre su comportamiento como patrón, no conozco a nadie de sus empresas que se haya quejado de su condición laboral ni tampoco he leído ni escuchado que en alguna de ellas se hayan organizado los trabajadores para protestar o colocar la bandera rojinegra.
Es un personaje cauteloso y medido en sus declaraciones de prensa, no se ha caracterizado por dar entrevistas. Está de plácemes porque acaba de estrenar la ampliación de su Palacio de Hierro en Polanco de la ciudad de México. En la zona donde según sus palabras, conoció a su primera novia, cuando era niño (página 36 del no. 140 de La Gaceta de El Palacio de Hierro, correspondiente a la primera quincena de noviembre).
Su misma Gaceta lo califica de “visionario” (“que se adelanta a su tiempo o tiene visión de futuro”, es la definición de la Real Academia Española) y le hace una breve entrevista de la que entresaco tres frases:
1.-“…este país es llamado a la grandeza, y lograremos ser un país del primer mundo más pronto que tarde”.
2.- “Tenemos todos los recursos naturales y materiales para lograrlo (ser un país del primer mundo), así como un pueblo maravilloso”.
3.-“…la mejor decisión para lograr un sueño o un proyecto es la paciencia”.
Así que Baillères, por lo que ha hecho y piensa, es más que totalmente palacio.
Baillères, totalmente palacio
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