La senadora Mónica Fernández Balboa tiene razón, la ley va por delante, no puede ni debe supeditarse a un acuerdo o arreglo político. Desdice del lugar donde se hacen las leyes. En el poder legislativo sobran ejemplos de lo que sucede cuando un grupo parlamentario pierde el mínimo de cinco integrantes. Deja de ser visto de esa manera y sin prerrogativas como colectivo, presupuesto.
En otras legislaturas, para conservar el beneficio, lo que han hecho grupos parlamentarios cuando uno o dos de sus compañeros se van, para recobrar la quinteta, cabildean y piden el apoyo de otras fracciones, préstamo de diputados o senadores que le faltan. Ese ha sido el camino tomado para evitar incumplir el marco legal.
Argumentar que el PRD y PES empezaron con cinco miembros y que por lo tanto podían conservar su etiqueta de grupo parlamentario, fue un exceso, con el que los coordinadores estuvieron de acuerdo. De lo contrario, hubieran protestado en su momento.
Llegaron a un arreglo y todos calladitos. Las minorías, la oposición, se miraron en ese espejo, no descartaron vivir una situación similar (el mundo da vueltas) o se convencieron de que concedían un favor que después podrían cobrar. La mayoría en el Senado, Morena, creyó que tendría amarrado el voto de los beneficiados, en particular del PRD, porque en el caso del PES, sus integrantes saben a quien le deben estar en esa Cámara.
El acuerdo o arreglo se quebró porque el PRD no ha jalado con Morena en el momento más crítico del grupo en el poder. Ha preferido formar bloque con la oposición.
La mayoría concluyó que ya no le servía darle vida como grupo al PRD. Para no dejar huella de que la medida era una represalia, le aplicó la misma receta a sus aliados de Encuentro Social.
Para la presidenta de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, senadora Mónica Fernández Balboa, fue sencillo desconocerlos como grupo, aplicó la ley. Como ella dijo, “ningún acuerdo ni arreglo puede estar por encima de los ordenamientos legales”
Argumentar que se pierde pluralidad, resulta exagerado, porque quienes dejan de pertenecer a un grupo, pueden quedarse con la camiseta puesta, la de opositores y votar en ese sentido.
La lógica y la ley dicen que el anuncio de la senadora es irreversible, aunque en política, ya lo hemos visto, hay quienes son capaces de vender su alma al diablo con tal de recuperar privilegios.
Acuerdos y arreglos en el Senado
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