Lo que esta vez te voy a contar es la inquietud de amigos pilotos de distintas líneas áreas. El tema es prácticamente imposible omitirlo a la hora de platicar o intercambiar impresiones con ellos sobre México.
No escuché que tengan acordado hacer plantón o marcha para protestar contra los planes del nuevo gobierno. Están dedicados al trabajo y su prioridad es volar con la garantía de darle todas las seguridades a los pasajeros, sin exponerlos a nada.
En la actualidad, en muchas ocasiones, aviones comerciales sobrevuelan la zona de Santa Lucía, donde se le va a dar vida al nuevo aeropuerto. Lo hacen cuando desde la torre de control los mandan por esa ruta porque no fue posible que pudieran aterrizar en un primer intento en el llamado Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
La variación y fuerza de los vientos es un factor, entre otros, que hace a los controladores aéreos tomar esa decisión. Son movimientos normales. Es información que no llega a los pasajeros. Si el avión en el que viajamos da una o dos vueltas extras al valle de México antes de aterrizar, deducimos que obedece a que hay mucho tráfico aéreo; no siempre es el motivo.
Entonces, nuestro amigos pilotos preguntan y les inquieta lo que se hará cuando ya funcione el aeropuerto de Santa Lucía. ¿Qué harán los que aborten un aterrizaje en el AICM y tengan que sobrevolar esa zona. A mi se me ocurrió decirles, por sentido común, nada más, que volarían en dirección opuesta. De inmediato uno ellos, hizo la observación de que para allá están las montañas.
Me queda claro que en el momento en que adviertan riegos por alguna situación o lugar, tendrán que buscar una alternativa. La seguridad de los pasajeros es primero y no está a discusión.
Les conté que como periodista tuve oportunidad de asistir a una reunión con el actual secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú. Antes de que se incorporara al gabinete. Les hice ver el respeto y reconocimiento que se le tiene entre los compañeros por su trayectoria, por su honestidad. Él ya estaba convencido de que Texcoco no era la mejor opción, desde mucho antes de que se revelaran los nuevos planes.
Para conocimiento de los amigos pilotos, comenté que Don Javier no avalará nada que signifique riesgo para los usuarios. Es gente honorable. No lo sabe todo en la materia, pero está y estará rodeado de especialistas a la hora de hacer la obra, por expertos en aviación.
Además, los amigos pilotos lo dijeron, ninguna autoridad internacional ni las mismas líneas aéreas, van a permitir que se vuele hacia un lugar inseguro. En este sentido, están tranquilos.
Preocupación de pilotos por Santa Lucía
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