Hay quien pudiera decir que el voto de los jóvenes en la elección presidencial del 2018 en México está definido, pero nadie lo puede garantizar. Ni a favor ni en contra de alguno.
¿Te acuerdas de #soy132 en el 2012? Un movimiento que se levantó en contra del candidato de la Coalición Compromiso por México. Rechazaron la presencia de Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana. Los jóvenes reprobaron lo que representaba el candidato. Salieron en diversas ocasiones a manifestarse en el calle. Incluso el movimiento alcanzó repercusión internacional. Era como para pensar que esta cruzada truncaría la aspiración del mexiquense. Los jóvenes, mayoría en el padrón electoral.
Pues no, el resultado de la elección favoreció por más de seis puntos porcentuales a Peña, una diferencia de alrededor de 4 millones de votos, por encima de Andrés Manuel López Obrador. El ganador sumó más de 19 millones y el segundo lugar se acercó a los 16 millones.
¿Qué pasó? ¿Dónde quedó el enojo de los jóvenes en el 2012? ¿Por qué no votaron en su mayoría contra el candidato que se suponía no querían ni iban a dejar llegar a Los Pinos?
De acuerdo con cifras estadísticas del Instituto Nacional Electoral de ese año, los jóvenes, de 18 a 29 años, representaban la mayoría del padrón. Más de 23 millones de votantes.
Si observas, 23 millones eran muchos más que los 19 millones que obtuvo Enrique Peña Nieto.
Entonces, no necesariamente se puede dar por hecho que la mayoría de los jóvenes votará en determinado sentido en los comicios del próximo año o en contra del partido que ahora está en el poder. Está visto que el comportamiento de los jóvenes es impredecible.
Sería un error creer que el proceso del 2018 está resuelto por la ventaja, amplia en las encuestas, de Andrés Manuel. Y mucho menos dar por hecho que la mayoría de los jóvenes le va a dar su voto.
Recuerdo el día que me tope con varios jóvenes activistas de Morena y seguidores de AMLO. Convencidos de su partido y dirigente. Sin embargo, los escuché hacer la siguiente aclaración o precisión: “estamos con AMLO pero no somos pejezombies o militantes que apoyan todo lo que diga; cuando no estamos de acuerdo, lo manifestamos”.
Conste que estos jóvenes son seguidores de AMLO y no están dispuestos a entregar a ciegas su voto.
Por lo tanto, el voto de los “millennials”, hasta ahora, no está amarrado con ningún candidato.
Los jóvenes van a esperar a conocer todas las opciones. Sobre los que suenan, tienen información de sobra, saben lo que han hecho y no han hecho, así que nadie pregone que ya los tiene en la bolsa.
Voto "millennials" en 2018
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