Valga la analogía y sea dicha con todo respeto para trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad que recorren el país construyendo infraestructura para dar servicio de Internet. Como hormiguitas que van de un punto a otro en equipo, que pasan desapercibidas, sin llamar la atención ni molestar a nadie, que no pararan hasta conseguir el beneficio colectivo. Así par de electricistas, conscientes de lo que hacen, de lo que significará para la población una vez que concluya la obra. No nada más se dedican a tender la red, a colocar cables, como se les ha ordenado. Tienen claro el alcance de lo que hacen, del servicio de Internet, las redes sociales, la modernidad en la comunicación, la apertura a nuevas tecnologías. Tarea que avanza sin hacer ruido y que pareciera no es noticia, porque no es negativa, Lo negativo, lo amarillista es lo que interesa a los que viven preocupados por tener el mejor rating mediático. Si no es malo entonces no vende en los espacios informativos. Tampoco la empresa del Estado parece preocuparse por cacarear el huevo y quizás haga bien, porque todavía falta infraestructura para asegurar que el servicio de Internet llegue a todas las ciudades y rincones del país. Los trabajadores no solo cargan cables y la herramienta que se requiere para el tendido, las escaleras para subirse a los postes, para hacer las conexiones en medio de la maraña de hebras de plástico creada por empresas privadas que se dedican al negocio del Internet. Especie de queso Oaxaca, tan enredado, que solo personal especializado identifica que cable es suyo. Desorden del cableado en cada esquina, por todas partes. Para nada suenan a merolicos, que repiten lo que alguien les dijo que pregonen por donde vayan y cuando sean interrogados por curiosos o por personas que desean saber lo que hacen. Seguro que la descripción que hacemos se queda corta sobre la dimensión de lo que realmente ocurre. Alguien diría que corrimos con suerte y que nos topamos con personal calificado de la CFE. Por un momento supusimos que después de la pregunta ¿qué hacen?, vendría el desaire o la expresión cortante de que no es su trabajo dar información, porque para esto hay otros encargados. Su actitud, amigable. Con la misma naturalidad y sinceridad que hablaban de su trabajo, igual para referirse a sus condiciones remunerativas. Para nada se quejaron de que ya no tienen las extraordinarias prestaciones que durante muchos años fueron motivo de enviada de otros trabajadores. Nuevas generaciones que entienden y conocen la realidad de su país. Para ellos, no hay duda de que lo que hacen contribuirá a beneficiar a millones de mexicanos. Estos empleados de los que hablamos estaban en la Ciudad de México, ocupados en el tendido de cables. Según ellos, la empresa productiva del Estado primero llevará el Internet al Metro. ¿Se imaginan el beneficio para los millones de viajeros del transporte colectivo en la CDMX? Después, a terminar de enlazar al territorio nacional. Y lo mejor es que el servicio de Internet o los paquetes para conectarse a la red, están seguros, tendrán costo menor a cotizaciones privadas. El par trabajadores dio por descontado que las empresas que han hecho jugoso negocio con estos servicios van a pegar el grito en el cielo cuando esté lista la nueva infraestructura de su competencia.
Para nadie era secreto que Luis Donaldo Colosio Murrieta era reacio al uso de la seguridad. Para nada le gustaba ver la escolta. Quería estar cerca de la gente, sin intermediarios. Es la razón por la que en Lomas Taurinas quedó en medio de un remolino humano, con las consecuencias que ya todos conocemos y atribuidas a Mario Aburto. Su entusiasmo por gobernar México y ganarse al pueblo lo llevó a descuidar su seguridad, a tal punto que nunca quiso utilizar ninguna de las chamarras blindadas que su equipo le mandó a hacer. Se la ofrecieron en diferentes ocasiones y en todas las rechazó. De habérsela puesto el 23 de marzo de 1994, no lo hubiera penetrado el disparo en el cuerpo. En Lomas Taurinas todavía alcanzó a decirle a uno de sus colaboradores que ya era hora de irse, nada más que en medio de ese remolino humano, se avanzaba con mucha dificultad y por momentos no podía dar ni un paso hacia la salida o en busca de la salida. Sobre el caso Colosio se han escrito infinidad de historias, demasiada imaginación de quienes presumían y todavía presumen, después de casi 30 años, que eran confidentes del sonorense. Muchas declaraciones inventadas en torno al homicidio, lo que explica que más de 600 hayan sido desechadas por quienes realizaron la investigación. Luis Donaldo Colosio estaba contento, porque el día trágico, antes de viajar a Tijuana, en Culiacán, había recibido la llamada de Manuel Camacho Solís, en la que le diría que se hacía a un lado de la supuesta competencia por los espacios mediáticos y la candidatura presidencial tricolor. Fue Marcelo Ebrard (entonces brazo derecho de Camacho) quien buscó por teléfono a Colosio, con la intención de comunicarlos. El asistente de Colosio pidió que lo pusiera en la línea. Colosio se dio cuenta y preguntó quién llamaba. No esperó a que le pusieran en la línea a su presunto rival, tomó el teléfono y su semblante se transformó en el curso de la conversación. Inocultable su emoción. Una inyección de energía, confianza y tranquilidad. Camacho se había desmarcado. Tal era la confianza y seguridad que le había dejado la llamada que Colosio instruyó a sus colaboradores que ya no le pasaran tarjetas. A partir de ese momento su discurso sería espontáneo, como él sintiera a la gente y el desarrollo del mitin, directo, sin leer mensajes. Si Colosio había recibido amenazas, como algunos llegaron a decir, solo el candidato lo sabía. Era extremadamente hermético. Ni a su sombra le confiaba sus secretos. A nadie de su familia. Ni a su esposa Diana Laura ni a su papá Luis Colosio Fernández, mucho menos a los que después difundieron que eran “confidentes” del político de Sonora. Por eso Diana Laura tomaría varias de las versiones de esos “confidentes”, tratando de adivinar o encontrar un presunto autor intelectual responsable del asesinato de su esposo. Uno de los nombres que le repitieron fue el de Fernando Gutiérrez Barrios, quien era sabido que estaba marginado por el gobierno en turno, aunque las causas no eran públicas. Lo que era un hecho es que todo el gabinete evitaba hacer contacto con el veracruzano. En contraste, más como un gesto simbólico y de aprecio, no porque le hiciera falta dinero, Gutiérrez Barrios recibía su mesada de parte de Colosio. Hecho del que solo estaba enterado el mensajero y el propio mensajero, en la primera oportunidad que tuvo, para despejar dudas, le hizo saber a Diana Laura la deferencia que tenía su esposo con Don Fernando. Diana Laura lo borró de la lista de sospechosos. Están a punto de cumplirse 30 años del asesinato y la diversidad de opiniones sobre el homicidio no ha cesado ni cesará.
Este reportaje elaborado por Arturo Zárate Vite fue difundido en primer término, el 14 de marzo de 2024, por El Universal. Ahora como autor lo hago en mi página: *PLEITO A PUÑETAZOS DA ORIGEN A LA CREDENCIAL QUE ESPECIFICA QUE LOS DIPUTADOS TIENEN FUERO. *LA CREDENCIAL PARA DIPUTADOS SE CREÓ PORQUE PARA LA POLICÍA NO ERA SUFICIENTE UN PIN PARA IDENTIFICARLOS. *SE EMPEZARON A IMPRIMIR EN 1912 Y UNO DE LOS PRIMEROS EN RECIBIRLA FUE FÉLIX FULGENCIO PALAVICINI.
A raíz de que el diputado José María Lozano en 1912 se vio involucrado en pleito a puñetazos y fue detenido por la policía, sin respetar su fuero, porque la autoridad no consideró suficiente la presentación de botón o pin para ser identificado como legislador, se aprobó la emisión de la credencial; uno de los primeros en recibirla fue Félix F. Palavicini, fundador de este diario. La credencial de Félix Fulgencio Palavicini tiene fecha del 18 de septiembre de 1912, fotografía ovalada en blanco y negro, la leyenda “se expide para que sea respetado el fuero constitucional del que goza como alto funcionario de la federación” y está firmada por el secretario de la cámara. Palavicini, ingeniero de profesión, también fue periodista, escritor, fundador de varios diarios, maderista, antirreeleccionista, diplomático e integrante del Congreso Constituyente instalado en Querétaro. La historia de la Cámara de Diputados puede ser contada a través de las credenciales, el material utilizado para su elaboración, las variaciones en su contenido y características fisonómicas de los personajes en las fotos. Desde las primeras que eran de cartulina en blanco y negro hasta las de hoy que son digitalizadas, con chip interno de seguridad y fotografía a color. Están bajo el resguardo de El Archivo de la cámara y solo se tiene acceso a ellas a través de la solicitud de información, como lo hizo El Universal. No se pueden tocar, solo ver. Está dispuesto especial cuidado para su conservación y son manipuladas con guantes por expertos. A través de las fotografías se aprecia el paso del tiempo en los diputados y diputadas. Las modas en peinados, vestir, maquillaje y adornos en el caso de las mujeres; cortes de cabello, corbatas y bigotes en los hombres. En algunas ocasiones hay quienes han preferido no incluir su foto. Luis Donaldo Colosio Murrieta (1985-1988), de los pocos que firmaron su credencial, aparece con su corte de cabello rizado y bigote. Aurora Jiménez (1952-1955), la primera diputada, en foto blanco y negro, sin la leyenda de que tenía fuero, solo el escudo nacional, el sello de la cámara y la franja tricolor. Los artistas Julio Alemán (QEPD) y Silvia Pïnal, diva de la actuación, coincidieron en la Cámara de Diputados (1991-1994); los dos firmaron su respectiva identificación. Augusto Gómez Villanueva tiene 94 años de edad, decano de los legisladores, ha sido seis veces diputado, pertenece a la actual legislatura (LXV). Identificado con el presidente Luis Echeverría. Diplomático y secretario de la Reforma Agraria. En sus credenciales se puede ver el paso del tiempo, de su cabello negro a encanecido. Solo están en el archivo cuatro de ellas. En el archivo de la Cámara de Diputados no se encuentran las credenciales de todos los legisladores porque muchos ellos decidieron conservarlas, como recuerdo de su trabajo legislativo. Andrés Henestrosa, oaxaqueño, poeta, escritor, ensayista y periodista, fue tres veces diputado. Para su tercera credencial (1988-1991), cuando tenía 82 años, ya no se tomó la foto. Felipe “El Tibio” Muñoz (1991-1994), ganador de la medalla de oro en nado 200 metros en los Juegos Olímpicos de1968, fue de los primeros con foto a color y en forma rectangular. La credencial del actor Jaime Fernández (1970-1973), quien fuera secretario general de la ANDA, tampoco tiene la leyenda de que goza de fuero, en contraste con las de sus compañeros David Reynoso (1979-1982), conocido por su talento actoral como ”El Mayor”, y la actriz María Rojo ((1997-2000), quien además de diputada ha sido senadora y delegada en Coyoacán. Y en la credencial del chiapaneco Jaime Sabines Gutiérrez (1976-1979), autor del famoso poema “Los Amorosos: cartas a Chepita”, Premio Nacional de Ciencias y Artes, lo que más resalta es la franja verde, blanco y rojo. Para el Archivo de la Cámara de Diputados “las credenciales tienen un gran valor histórico, ya que tienen la función de identificar a los representantes del pueblo mexicano que han formado parte del poder legislativo, asimismo nos permiten conocer los rostros que han intervenido en el quehacer legislativo desde la legislatura XXVI, ya que nos proporcionan una idea de las características fisonómicas de los personajes que han dado forma a la nación mexicana a través de las leyes y normas, producto de sus debates”.
El comercio bilateral entre México y China creció el año pasado en 6.03 por ciento; alcanzó los 100 mil 225 millones de dólares estadounidenses, destacó el embajador chino Zhang Run. Lo hizo en el Foro de Cooperación y Desarrollo China-México que se llevó a cabo al mismo tiempo en ambos países conectados a través de la tecnología, la tarde del lunes 11 de marzo en el caso de nuestro país (17:30 horas) y la mañana del martes 12 de marzo en China (7:30 horas). Comunicados vía internet, las delegaciones de ambas naciones hicieron recuento de los avances de la relación comercial, así como en la educación, cultura y desarrollo de energías limpias. En la sala de conferencias del Senado, ante la presencia de la senadora Cora Cecilia Pinedo Alonso, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico-África, entre otros invitados, el embajador Zhang Run dijo que se ha duplicado el número de empresas chinas en territorio mexicano. También habló de que cada vez es más importante la contribución de su país en el desarrollo verde de México, en los sectores de energía solar, energía eólica y los autos eléctricos. “¿Qué tenemos que hacer en el futuro?”, se preguntó el diplomático. “China valora altamente las relaciones con México, y está dispuesta a trabajar con México para implementar el consenso de San Francisco alcanzado entre los dos mandatarios (Andrés Manuel López Obrador y Xi Jinping), fortalecer la articulación estratégica, explorar el potencial de cooperación, aprovechar las ventajas complementarias y promover conjuntamente el desarrollo de alta calidad de las relaciones bilaterales”, fue su respuesta. En este contexto, el diplomático, con un lenguaje metafórico expresó que espera que “la flor de la amistad entre China y México siga floreciendo”. Fortalecimiento de la amistad en la “que México brinde un entorno de negocios abierto, inclusivo, transparente y no discriminatorio para las empresas chinas, y facilite más intercambios de personas entre los dos países”. Dentro del plano global, en apoyo de las diferentes comunidades, Zhang Run citó el impulso comercial que se le ha dado a la construcción de la llamada “La Franja y la Ruta”, así como a la profundización de la cooperación económica bilateral, multilateral y regional. Dejó en claro que “no buscamos la supremacía dominante ni la hegemonía sin importar nuestro nivel de desarrollo, sino que estamos dispuestos a trabajar con todos los países para ofrecer nuevas oportunidades al desarrollo mundial con los logros de la modernización China”. En Beijing, capital China, para hacer este recuento de la cooperación entre las dos naciones, participó Li Yafang, directora del Centro para las Américas del Grupo de Comunicaciones Internacionales de China, así como Jesús Seade, embajador de México en China.