Le gusta la comida oaxaqueña, las tlayudas, el mezcal y la poesía. Con 33 años de edad, la más joven presidenta o presidente que ha tenido el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).
Amalia Pulido Gómez, egresada de la Universidad del Norte de Texas, doctorada en Ciencia Política, experiencia laboral en el Colegio de México y profesora investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), logró por unanimidad de consejeros y consejeras del Instituto Nacional Electoral (INE) convertirse en árbitro mexiquense.
Después de 18 meses, más de un año, por fin los consejeros encontraron al perfil deseado para organizar las elecciones. Justo a tiempo para empezar a preparar el proceso de 2023. Ya lo habían intentado en dos ocasiones, sin éxito, para seleccionar a quien se haría cargo de esa responsabilidad, vacante a raíz del fallecimiento del consejero Pedro Zamudio.
Es activista, no dudó en salir a la calle para defender la autonomía del CIDE, inconforme con el nombramiento del nuevo director. También se pronunció en contra de la desaparición de fideicomisos y de las opiniones que descalificaron a quienes estudian en el extranjero.
Ha sido solidaria con las expresiones a favor de preservar el INE. Para ella no es cierto que México tenga los organismos electorales más caros del mundo.
El twitter @pulido_amalia describe actividad académica, gustos gastronómicos, la identificación que ha mantenido con el instituto electoral que preside Lorenzo Córdova y las opiniones externadas o compartidas en contra de políticas del actual gobierno, en el terreno educativo.
También exhibe dominio del tema electoral, textos, investigaciones y observaciones sobre distintos comicios, aunque su experiencia todavía es corta en el campo, en la práctica.
Su prueba de fuego: la organización de las elecciones del próximo año en el estado de México. El reto mayor de su vida profesional, por lo que implica la entidad, su trascendencia nacional, con más de 12 millones en el listado nominal (6.4 millones mujeres y 5.8 millones hombres).
La población electoral más grande del país, que puede ser clave y marcar diferencia en la competencia presidencial de 2024.
De ahí la importancia del árbitro, de cumplir su obligación de actuar con absoluta imparcialidad y riguroso respeto a las leyes, sin dejarse influenciar ni manipular por ninguna fuerza política, por nadie.
Amalia Pulido Gómez podrá comprobar que es enorme la distancia entre participar en una marcha y organizar elecciones, estar atenta al funcionamiento de la institución que ahora preside y al comportamiento de partidos acostumbrados a tratar de sorprender a la autoridad.
En lo sucesivo, deberá de redoblar cuidados en todas sus expresiones y mensajes en redes sociales, para que en ningún caso se vuelvan pretexto para poner en duda su trabajo.
Edomex no es el único que tendrá elección de gobernador el próximo año, también Coahuila, que apenas ronda los dos millones de electores y es el otro estado que todavía le queda al priísmo.
No hay comparación en el desafío que representa cada uno, por el tamaño de territorio y el número de población.
Las miradas estarán centradas en lo que suceda en la entidad mexiquense, donde la competencia por la gubernatura sería entre mujeres y con una mujer como árbitro electoral.
El árbitro electoral mexiquense
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