El Amor lo sacó de Lecumberri

Justicia
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El Palacio de Lecumberri, también llamado “El Palacio Negro”, por los horrores que se vivieron en la prisión, inaugurado en 1900, fue cerrado 76 años después, cuando la corrupción inundaba todas sus crujías, pasillos y rincones.
En la actualidad funciona como Archivo General de la Nación. Ahí está el acta original de la Independencia y los Sentimientos de la Nación de Morelos. La historia documentada de México.
Hay episodios de terror, pero también de amor. En el mes de febrero, el mes del amor, resulta oportuno escribir la relación de pareja que trascendió las rejas y se volvió emblemática.
Una historia de amor que llamó la atención hasta de “National Geographic”. Existe un documental que recrea la historia de los norteamericanos Dwight Worker y Bárbara Worker.
¿Por qué se volvió famosa esta historia de amor?
Primero hay que decir que Dwight estaba encerrado por tráfico de droga. El día que lo visitó un amigo, el amigo llegó acompañado de Bárbara, bella, joven y esbelta jovencita.
Fue amor a primera vista. A partir de entonces se enviaron cartas. Bárbara empezó a visitarlo por su cuenta.
Por ese amor, ella llegó al extremo de ayudar a su esposo a escapar de Lecumberri. De ella surgió la idea de la fuga.siqueiros orisión
Entre los dos planearon el escape. En cada visita, Bárbara le llevaba accesorios de mujer: aretes, lápiz para pintarse los labios, maquillaje, peluca, falsa, blusa y lentes.
Falsificaron las contraseñas o boletos que los custodios les daban a las visitas para pasar los cuatro puestos de control, antes de llegar a la entrada principal y a la calle.
Bárbara falsificó la firma de uno de los guardias.
El mismo día que se casaron en prisión, día de visitas, Dwight Worker se disfrazó de mujer y burló a los guardias. Pudo controlar su nerviosismo hasta llegar a la salida. Huyó junto con su esposa hacia los Estados Unidos.
Fue un escape amoroso que sucedió en 1975. Dwight y Bárbara vivieron juntos más de una década.
Él logró rehabilitarse, encontró trabajo en un organismo internacional defensor de los derechos humanos.
Sin duda, emblemática esta historia de amor en el Palacio Negro de Lecumberri, ahora Archivo General de la Nación.
Larga la lista de personajes que fueron recluidos en ese lugar. El comunista y luchador obrero Valentín Campa, el escritor revolucionario José Revueltas, el asesino serial Goyo Cárdenas quien estudió en prisión la carrera de abogado; Ramón Mercader, quien dio muerte a León Trotski; José de León Toral, asesino de Álvaro Obregón, el cantante Juan Gabriel, estudiantes del movimiento de 1968 como el ahora diputado Pablo Gómez, entre muchos otros.
En Lecumberri mataron por la espalda a Francisco I. Madero y a José María Pino Suárez.
No se pude dejar de mencionar al gran muralista David Alfaro Siqueiros, quien estuvo preso en cuatro ocasiones. La mayoría de las veces acusado de disolución social, por su activismo en contra del gobierno. En reconocimiento a su arte, hay una galería permanente con su nombre.
Se han conservado el estudio en el que pintaba y los dos biombos de tres metros de altura que hizo para obras de teatro que se escenificaron en el mismo reclusorio. Una de las obras se llamó “Licenciado no te apures, yo te voy a sacar”.
También existe la historia del panadero llamado Roberto, enredado en un crimen que nunca cometió. Fue acusado de dar muerte a una mujer y por ese motivo pasó en la cárcel 15 años.
Llegó a ser el jefe de la panadería de la cárcel y su pan era el mejor de la ciudad de México. Pocos lo sabían, pero por su calidad, era comprado por hoteles y restaurantes de primera.
El libro “El lado blanco de Lecumberri”, narra toda su historia. Al salir de prisión, trabajó para el programa de televisión “Siempre en Domingo” y se casó con la hija de una popular cantante.
Lo que te he contado, es apenas un botón de muestra de lo que fue el palacio negro, que ahora como Archivo General de la Nación, está convertido en la memoria histórica de México. La entrada al Archivo es gratis.

Arturo Zárate Vite

 

 

Maestro en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Titulado con mención honorífica.

Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal.

Más de cuatro décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político.

Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio.

Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.