El tintero plateado es uno de los símbolos más respetados por los diputados e infaltable en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
¿Por qué es importante para los diputados? ¿Por qué se coloca sobre la mesa principal del salón plenario cuando hay sesiones?
La pequeña escultura, hecha toda de plata, tiene una base de 47 centímetros por 35 centímetros de altura. Siempre se coloca frente a quien preside o conduce la sesión legislativa.
El tintero fue hecho por órdenes del general Porfirio Díaz, hace 140 años.
Una escultura que en sus inicios funcionaba como tintero, para que el presidente de la cámara firmara los acuerdos de los diputados.
La pieza original está en el museo legislativo del Palacio de San Lázaro; la réplica es la que se utiliza en el salón plenario.
Cuando es tomada la tribuna del palacio legislativo y, la réplica del tintero no puede ser regresada al lugar donde se guarda, en caso de que los diputados se vean obligados a trasladarse a otra sede, como ha ocurrido en algunas ocasiones, se saca de la vitrina del museo el tintero original y es llevado al sitio de reunión.
El tintero es parte del ceremonial de los diputados; representa los ideales universales de justicia y democracia.
Tiene un águila con las alas abiertas que descansa en el centro sobre una columna; en los costados, la representación o imagen de dos diosas griegas, por un lado, Nike, diosa de la victoria, sostiene una corona de olivo; por el otro, Temis, diosa de la justicia, tiene una espada en su mano derecha.
Es tan apreciado el tintero que los diputados acordaron la elaboración de una réplica a mayor escala que fue colocada en la plaza central del Palacio de San Lázaro.
La escultura mide cuatro metros y medio de base por casi tres metros de altura. Fue inaugurada en marzo del 2018 y tuvo un costo de dos millones 250 mil pesos.
Sobre el tintero original existe la versión no confirmada de que alguna vez fue robado. El historiador Saúl Martínez Ortiz, quien trabaja en el museo legislativo, asegura que no existe ninguna denuncia en este sentido. Por lo tanto, el supuesto robo no pasó de ser un chisme de pasillo en el Palacio de San Lázaro.
Lo que sí es verdad es que el tintero sufrió el incendio de 1909, en el edificio de Donceles del Centro Histórico de la Ciudad de México, antigua sede de la Cámara de Diputados.
La pequeña escultura, ennegrecida por el fuego y el humo, logró rescatarse entre los escombros.
Así que el original, sigue en poder de los diputados, es patrimonio de la nación.
El Tintero de los diputados
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