-¿Tienes en qué irte?
-En Metrobus.
-Yo te llevo.
Ignacio Morales Lechuga invitó a subirme a su automóvil.
Él conduciría.
Eran poco más de las ocho de la noche. La tempestad había pasado. Una tormenta como pocas. Aunque en ese momento no tenía ni idea de los estragos causados por la lluvia a la ciudad de México. En algunos sitios el nivel del agua llegó al metro.
Atrás, en otro vehículo, su asistente.
Pronto entramos a la avenida principal. Su oficina notarial está a una cuadra de Reforma. El famoso paseo convertido prácticamente en un estacionamiento. Taponeado. Los agentes de tránsito no dejaban de mover sus manos y sonar su silbato, para detener a unos y dejar pasar a otros por carriles improvisados y angostos. Cortamos por Sevilla.
Seguir por Reforma era imposible. Ignacio vio por el retrovisor que su empleado se había quedado en la maraña de autos.
El avance era lento. Todo el camino. Por avenida Yucatán hasta Insurgentes. Un trayecto que regularmente se hace en 30 minutos, esta vez hora y media.
Pensaba, seguro que Ignacio ya se arrepintió de la invitación y jamás se atreverá a ofrecerme otro “aventón”.
En contraste con mi angustia que trataba de ocultar con la charla, Morales Lechuga iba relajado, sonreía por momentos, seriedad en otros, dependiendo del tema de conversación. Cambiaba la estación de radio. El paso por la frecuencia de noticias financieras fue rápido. Estaba en uso de la palabra Maricarmen Cortés. Sintonizó música clásica y luego en el espacio de un conductor bromista.
El copiloto, o sea yo, nervioso, miraba el reloj y el tiempo transcurrido en un trayecto corto.
Le comenté que como reportero de El Universal me tocó la cobertura del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en la calificación de la elección presidencial de 2006. En más de una ocasión tuve oportunidad de platicar con el magistrado presidente Leonel Castillo. Fueron momentos de tensión por la disputa política. Recordé que el magistrado, para bajarle al estrés, veía las viejas películas del cine mexicano, las de los comediantes Tin Tan y Cantinflas.
El carro, por supuesto, no traía televisión, en su lugar el bromista locutor radiofónico que con sus ocurrencias hacía reír a los viajeros.
Por fin llegamos a la esquina de Filadelfia, la del Polyforum Siqueiros. Ahí terminó mi viaje. Morales siguió su camino. Para entonces el auto de su colaborador Juan Carlos ya le había dado alcance.
Fue la tromba del jueves 19 de junio. En el noticiario de Joaquín López Dóriga daban pormenores de la inundación o “encharcamientos”. Era mayúscula. Caos vial de varias horas. Noticia de los periódicos al día siguiente.
Les cuento ahora la historia para decirles que el gobierno francés que preside Francois Hollande otorgará el próximo miércoles al notario Ignacio Morales Lechuga, originario de Poza Rica, Veracruz, la condecoración de la Orden de la Legión de Honor, en grado de oficial, en reconocimiento a su contribución para estrechar la relación bilateral franco-mexicana. Veracruzano de larga trayectoria, ha sido procurador general de la República, procurador general de Justicia del Distrito Federal y embajador de México en Francia.
El viaje con Morales Lechuga
Typography
- Font Size
- Default
- Reading Mode