¿Por qué se espía en México?

Política
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Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que su gobierno daría a conocer secretos del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), en diversos medios han aparecido lista de políticos, artistas, deportistas, empresarios e intelectuales que eran espiados.
Lo superficial y frívolo es lo que han difundido, nada de sustancia, aunque hay espacios informativos que hacen gran despliegue, como si lo “descubierto” realmente lo valiera, con la esperanza de mejorar su “rating”, atraer más lectores, televidentes, radioescuchas y cibernautas.
Sin embargo, hasta la misma Pati Chapoy que conduce el programa de espectáculos Ventanenando en TV Azteca, ha reconocido que la información, hasta ahora, no tiene “carnita” y raya en lo ligero, como lo que uno de sus reporteros reveló sobre la supuesta relación entre quien fuera jefe de policía en la ciudad de México, Arturo Durazo y la vedete Olga Breeskin, en el sexenio del entonces presidente José López Portillo.
La audacia y el olfato periodístico llevó a Pati a llamarle por teléfono a la misma Breeskin, para que la artista diera los pormenores de esa amistad. Falso que haya sido su amante, nada más su amigo y protector. La protegía por órdenes de un superior, con el que sí tenía romance. La conductora soltó el nombre del presidente José López Portillo y Olga no lo negó, por el contrario, ofreció ampliar el chisme cuando la visiten en Las Vegas.
Frivolidades. Además, el reporte de la Dirección Federal de Seguridad, anterior al CISEN, era inexacto, nunca hubo amorío entre Durazo y Olga. El policía solo se concretaba a cuidarla.
Por supuesto que el punto fino de los archivos secretos no está en la mera relatoría de encuentros o reuniones de personajes ni en pregonar la lista de espiados, como si eso fuera la principal tarea del órgano de investigación del gobierno. La morbosidad no es el objetivo.
Lo sustancial, lo que falta saber, es cómo se procesa la información recabada. Quizás la que tiene que ver con seguridad nacional, debe de mantenerse bajo reserva, pero no la que se utiliza para denigrar, armar trampas, desactivar adversarios e inventar historias.
Al actual presidente Andrés Manuel López Obrador no solo se le ha espiado para saber lo que hace o no hace, es obvio que se llevaron a cabo acciones para intentar descarrilar sus aspiraciones políticas. ¿Dónde está es información que revela las “debilidades” de AMLO? ¿Qué se hizo con ella? ¿Y cómo operó el titular del organismo investigador?.
Igual en el caso de Ricardo Anaya, al que, con una historia falaz magnificada, consiguieron restarle posibilidades de triunfo en la elección presidencial del año pasado.
Más atrás, ¿cuáles son los secretos guardados por el CISEN sobre el episodio trágico de Luis Donaldo Colosio? ¿Qué hay sobre el surgimiento del EZLN? ¿Y sobre lo sucedido en Ayotzinapa?.
Tienes razón Pati, falta la “carnita”.

Arturo Zárate Vite

 

 

Maestro en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Titulado con mención honorífica.

Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal.

Más de cuatro décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político.

Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio.

Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.