"Alito" y "El Güero"

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Siempre les vi pinta para llegar a la gubernatura. Cuidados y cuidadosos en el poder legislativo. Crecieron cerca de Manlio Fabio Beltrones. Les asignaron comisiones pacíficas, nada conflictivas. Era evidente la identificación entre ellos. Amigos, sin importar que uno traía la camiseta tricolor y otro la verde, aunque con el paso de los años y las campañas estos colores se han vuelto aliados en todos los sentidos, en el parlamento y en las elecciones.

Viajaban juntos en una camioneta el 8 de mayo de 2008 cuando fueron asaltados a mano armada y les quitaron su respectivo reloj en el cruce de Paseo de la Reforma y Periférico, en las Lomas de Chapultepec. El episodio nunca se aclaró y mucho menos se detuvo a los responsables.

Uno tiene 40 años y el otro 35 años de edad, ambos abogados, han coincidido en la Cámara de Diputados y en el Senado, ahora son dos de los tres gobernadores más jóvenes en México (Roberto Borge, de Quintana Roo, tiene 35).

Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, empieza su periodo en Campeche; Manuel Velasco Coello, “El Güero”, va casi a la mitad de su sexenio en Chiapas. El primero ha sabido relacionarse con los Slim desde que era senador. El segundo se casó con la cantante Anahí y es nieto de la eminencia médica Manuel Velasco Suárez, quien fuera también gobernador chiapaneco.

Su trayecto legislativo los llevó por el camino de Beltrones, actual dirigente del PRI. Estrictamente no ha sido su maestro pero es muy probable que algo le hayan aprendido sobre cómo se hace política.

En la próxima reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) volverán a sentarse en la misma mesa. Otra vez al mismo nivel.  En las cámaras legislativas presidieron comisiones alejadas de la controversia. “Alito” llegó a encabezar la de Gobernación en diputados pero antes estuvo en las de Juventud y Deportes en el Senado. “El güero” presidió las de Ecología, Concordia y Pacificación cuando ya no atraía reflectores y la Belisario Domínguez.

Alejandro es priísta y Manuel, el más joven, verde ecologista. Al competir por la gubernatura de su estado lo hicieron con el apoyo del PRI y PVEM. Otra coincidencia más en su carrera.

Hay muchos que se quedan sin hacer realidad su sueño de gobernar su estado, por diversas razones. Otros, después de varios intentos, logran el ascenso; nada más que cuando por fin llegan a la cima, están cansados y sin el ánimo con que iniciaron la búsqueda del poder.

Los casos de “Alito” y “El Güero” son diferentes, con la fuerza de su juventud, no exentos de dificultades ni de cometer errores o enfrentar quejas sobre su comportamiento.

Velasco ha sido señalado por la profusión de sus campañas en medios de comunicación con motivo de sus informes de gobierno, acusado de malgastar recursos de una entidad que parece tener tatuada la etiqueta de pobre, porque nadie se la ha podido quitar. Tampoco se olvida el día que perdió la tranquilidad y le dio una bofetada a uno de sus colaboradores; sin embargo, le funcionó el antídoto de que el empleado se la regresara al día siguiente. Su boda con la cantante Anahí, hasta ahora ni lo beneficia ni lo perjudica. Falta ver qué hace la artista como primera dama en Chiapas.

Moreno, desde muy joven ha sido impetuoso, dirigió el Frente Juvenil Revolucionario de su partido. Su paso por las secretarías de Organización y Operación política del comité nacional no dejó huella. En su estado lo han visto crecer aficionado a lujos, a los autos deportivos. Trataron de eliminarlo de la competencia con quejas sobre sus propiedades. Tuvo la fortuna de relacionarse y hacerse amigo de uno de los hijos de Carlos Slim.

“Alito” y “El Güero” han conservado su amistad, el uno parece seguir al otro en los ascensos.

Por la seguridad que los acompaña como gobernadores, ahora nadie se atrevería a tratar de quitarles sus relojes.

 Su principal riesgo en esta etapa es perder el piso, por esa juventud e impetuosidad que les caracteriza, aunque no son factores determinantes. Al margen de su edad, si quieren seguir hacia la punta del “Everest”, deberán ir atados de la sociedad que en Chiapas y Campeche les exige calidad de vida.

Arturo Zárate Vite

 

 

Maestro en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Titulado con mención honorífica.

Se ha desempeñado en diversos medios, entre ellos, La Opinión (Poza Rica, Veracruz) Radio Mil, Canal 13, El Nacional, La Afición y el Universal.

Más de cuatro décadas de experiencia, especializado en la información y análisis político.

Ejerce el periodismo desde los 16 años de edad.

Premio Nacional de Transparencia otorgado por la Secretaría de la Función Pública, IFE, Consejo de la Comunicación, Consejo Ciudadano por la Transparencia e Instituto Mexicano de la Radio.

Su recurso para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano logra tesis relevante en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el fin de conocer los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.

Además, ha sido asesor de la Dirección General del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Coordinador General de Comunicación y Proyectos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Autor del libro ¿Por qué se enredó la elección de 2006, editado por Miguel Ángel Porrúa.