Acorde con la canción del momento, la que está de moda y es tocada en estaciones de radio, televisión, redes sociales y antros, hay partidos que han decidido ir “despacito, pasito a pasito, poquito a poquito…” para nominar a su candidato a la presidencia de la República.
Es cierto que dentro de sus filas hay ansiosos que presionan para que pronto haya definiciones, porque creen que están en este momento mejor posicionados y que esto les representa ventaja ante otros competidores o compañeros de la misma camiseta, pero los dirigentes prefieren todavía no exponer a quien va a competir en la elección del 2018.
Hasta ahora, está a la vista de todos, sólo un partido tiene resuelto quien será su candidato. Paga el precio de la anticipación. Tiene que aguantar embestidas de los adversarios, las desacreditaciones, imputaciones ciertas o falsas, que hacen mella en la imagen. Es real el desgaste, porque de tanto repetirse los ataques, algo o mucho queda en el ánimo de electores.
Hay quien podrá decir que por el contrario, el hecho de estar ya sobre la pista, en abierta campaña, le da ventaja y le hace ganar terreno, adelantarse para llegar primero a la meta. Sin embargo, la apreciación no es cierta, porque todavía no se da el banderazo de salida. El caballo puede cansarse o sufrir daño en el galope, por las trampas que adversarios le ponen en el camino. Si el anticiparse garantizara el triunfo, los demás tendrían que resignarse a la derrota. Por el contrario, solo están en espera de ser nominados para hacer su mejor carrera.
Además, el que cree que ya va muy adelante, ha perdido en dos ocasiones, en similares condiciones. No quiere decir que se avecina su tercera derrota. Tampoco es un hecho la victoria.
Por eso he escogido el tema que interpretan Luis Fonsi y Daddy Yankee para titular esta historia, porque el escenario que te platico, hay partidos que lo conocen muy bien y van pasito a pasito, poquito a poquito en la definición de su candidato a la presidencia.
No tienen prisa. Saben que si enseñan sus propuestas en este momento, significaría exponerlos anticipadamente a las críticas. Y lo peor, a la invención de historias, práctica usual en las redes sociales, para denostarlos. El deterioro puede ser demoledor en unas cuantas semanas. Esa es la importancia de tomar muy en cuenta los tiempos y cuidar a los aspirantes hasta donde sea posible, que lleguen completos a la línea de arranque, justo al disparo de salida.
Ese es el caso del PRI, PAN y PRD. También de algunos medianos y pequeños partidos políticos. Apresurarse los haría correr el riesgo de equivocarse. Prefieren ir despacito, pasito a pasito, poquito a poquito, para seleccionar al perfil que competirá por la presidencia el siguiente año.
Partidos bailan "despacito"
Typography
- Font Size
- Default
- Reading Mode