El retrato o fotografía es una imagen fija, capta el momento. Corre el riesgo de salir movida si el fotógrafo o el fotografiado se mueven. Fuera de foco si no se cuida la nitidez. Defectos que ni con el photoshot se corrigen. Con este recurso, cuando no hay fallas de origen, puede mejorarse a quien aparece en la foto, quitarle algunas arrugas, adelgazarlo, delinear el cuerpo y hasta eliminar otros elementos, oscurecer, aclarar y darle más color.
Sin embargo, el photoshot no engaña nadie, quien sabe de fotografía, incluso los que no saben, logran observar el ajuste técnico, salvo que sea demasiado fino o mínimo, cuidadoso para no caer en exageraciones. Mucho menos cambia la realidad, la esencia es inalterable.
Bajo estas consideraciones, paso a contarte la fotografía de la izquierda mexicana, la de hoy, no la y ayer ni la de mañana, la de este momento, sin alterarla con las ventajas de la computación, tal como se ve en este instante. Por supuesto, muy lejos de verse unida.
La izquierda en México está representada por los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT). Tienen registro aprobado y reconocido por el Instituto Nacional Electoral (INE). Andrés Manuel López Obrador como virtual candidato del primero y tercero. Miguel Ángel Mancera como potencial candidato del segundo. Citados por perredistas Silvano Aureoles (gobernador de Michoacán) y Graco Ramírez (gobernador de Morelos).
Dentro de Morena la voz que decide, la que toma las principales decisiones, es la de Andrés Manuel. Él es la cabeza, el cuerpo, los brazos y las piernas. La organización política se mueve hacia donde indique su líder. Impensable que algún morenista pretenda disputarle la candidatura a la presidencia de la República. Nadie. Está resuelta la nominación. Nada más que Morena no representa a toda la izquierda, la que se hace llamar izquierda. Tampoco hay que olvidar el origen priísta del personaje. Primero fue priísta antes que izquierdista. Pasó y dirigió al PRD antes de crear su propio instituto político.
El Partido de la Revolución Democrática, fundado por ex priístas como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, está integrado por tribus, por grupos con intereses diferentes, que tienen, defienden y reclaman sus cuotas. Todos, con una parte del pastel. Con alto grado de dificultad para unirse. Lo que explica que haya llegado a tener hasta dirigente sin militancia, como fue el reciente caso de Agustín Basave.
Los petistas representan una fuerza disminuida, que a punto estuvo de perder su registro en las elecciones federales del 2015. Con serias dificultades para alcanzar el tres por ciento de la votación. No fue capaz de contribuir a la unión de la izquierda en la elección de gobernador del estado de México en este año. Más preocupada por conservar el financiamiento público que por la unidad de la izquierda. Adherida al proyecto de López Obrador, porque en este momento es lo que le conviene a sus intereses y patrimonio.
Cuauhtémoc Cárdenas es una izquierda sin partido.
El retrato revela división, cada grupo y personaje con su propia izquierda, una izquierda mexicana que nunca ha sido unida y no se ven señales de que se vaya a unir.
El Retrato de la Izquierda
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