Adiós al Cine Palacio Chino

El Cine Palacio Chino cerró sus puertas desde hace tres años.
Se perdió el glamour, la decoración que se construyó desde 1940.
De los 40 a los 70, era el cine más elegante; predominaba el color rojo en piso, adornos y paredes.
Cine de lujo de 4 mil butacas, ubicado entre las calles de Iturbide y Bucareli, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Podías entrar y salir por ambas calles.
Ese lugar primero fue un frontón; después, una arena de box y lucha libre. Un incendio acabó con la arena y en su lugar nació el Cine Palacio Chino, en 1940.
Budas, imágenes del dragón, un dios de ocho brazos, pagodas, murales con temática oriental en las paredes; era un rinconcito de la cultura asiática en la Ciudad de México; te sentías como si estuvieras en un lugar de China.
Quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo y apreciarlo, aseguran que una vez que se apagaban las luce, mirabas al techo y parecía que mirabas el cielo estrellado. Tenías la sensación de estar al descubierto, a la intemperie, era el efecto que daba la pintura en el techo.
¿Y por qué un Palacio Chino en la calle de Iturbide, en el centro histórico de la Ciudad de México?
Está cerca del llamado barrio chino, en la calle Dolores; el dueño del cine era Luis Castro, empresario con raíces y simpatías chinas. Personaje que todos los días desayunaba en el restaurante Tibet Hamz, de comida china, ubicado en avenida Juárez 64.
A don Luis le gustaba regalar boletos para entrar al cine a quienes lo atendían en el restaurante.
Regularmente lo acompañaba un asistente, nunca se le vio entrar con esposa o hijos.
La pregunta ahora es:
¿Se fue para siempre el cine Palacio Chino?
La sala de cuatro mil butacas se transformó en 11 salas a partir de 1998, manejado por una de las cadenas de cine que hay en México. El contrato de arrendamiento venció en 2017 y ya no fue renovado.
En el 2018 corrió la versión de que sería reabierto; lo cierto es que no hay ningún plan con ese propósito.
Las instalaciones están abandonadas, con las cortinas cerradas y pintarrajeadas,; así que, el Cine Palacio Chino en la Ciudad de México, se fue, y se fue para no volver.